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martes, 20 de agosto de 2013

REDES SOCIALES Y PADRES


Tener hijos es una gran responsabilidad, posiblemente la más grande de todas. Pero desgraciadamente ni los niños vienen ni con el pan bajo el brazo ni mucho menos con un manual de instrucciones. Ser padre es una gran responsabilidad y un gran reto. Y enseñar a ser padre, aunque pueda sonar pretencioso, es un desafío de enormes proporciones. La educación perfecta no existe, no hay unos pasos a seguir como en una receta de cocina, todos los niños son diferentes, por lo que es interesante que los padres cuenten con unas pautas o guías para poder orientarse en diversas situaciones.  

 

Fundación Piquer en su objetivo y compromiso de crear y desarrollar programas innovadores de formación en el panorama educativo quiere aportar algo de luz en la difícil tarea de ser padre, creando la Escuela de Padres. Por ello, quiero compartir con vosotros una serie de concimientos y herramientas  para intentar hacer más sencilla la labor de los padres. 

 

Siguiendo el hilo de mi anterior post "Adicción 2.0", hoy quiero hablaros de las Redes Sociales, sus bondades y sus peligros. Una compilación de consejos para que vuestros hijos e hijas navegen por la Red de una forma más segura, permitiéndoos estar más tranquilos cuando los jovenes están frente a su ordenador.




Las redes sociales 
Las redes sociales es una parte de internet, su objetivo principal es favorecer el contacto entre individuos. Estas personas pueden conocerse previamente o hacerlo a través de la red. Este inmenso mundo de las redes sociales, debe estar muy controlado su uso sobre todo en el los usuarios menores de edad.

Existen varios tipos de redes sociales:

1. Redes sociales profesionales: Sus miembros están relacionados laboralmente. Pueden servir para conectar compañeros o para la búsqueda de trabajo. Las más conocidas son LinkedIn, Xing…
 
2. Redes sociales temáticas: Están basadas en un tema concreto. Pueden relacionar personas con el mismo hobbie, la misma actividad o el mismo profesión La más famosa es Flickr, instagram… 

3. Redes sociales en generalson  las más numerosas y conocidas. Las más utilizadas en España son  Facebook, Tuenti, Twitter


4. Redes sociales de contactos: se utilizan  como medio para buscar relaciones personales, sexuales… algunas de las páginas más conocidas Meetic, e-Darling, Badoo, etc.




CONSEJOS SOBRE REDES SOCIALES

Se trata de estar con los amigos... online

La mayor preocupación que deben tener los padres es saber en qué red social, se encuentran y el uso que hacen de esta. Por ello una labor fundamental de los padres es el control del tipo de relaciones que su hijo tiene en la red.

En las redes sociales se establece un perfil, donde se cuelgan principalmente fotografías, imágenes, música, y comentarios    sobre el tema que deseen  además de  poder contactar con los amigos. Las redes sociales en si forman unos centros importantes de comunicación.

Por qué son importantes los controles de privacidad

Si sus hijos no utilizan controles de privacidad adecuados, todo lo que cuelguen de sí mismos en imágenes o palabras lo podrá ver todo el mundo: extraños, autoridades o incluso futuros jefes. Los menores suelen publicar cosas, pero no siempre conocen  las consecuencias que puede acarrear en su futuro.  Por ello los padres deben tener muy en cuenta  el nivel de privacidad en las redes sociales.

Consejos para los padres de hijos pequeños. 

Localiza  sitios apropiados para su edad. Para niños entre 5 y 8 años, hay sitios con funciones de seguridad estrictas.



Consejos para padres con hijos adolescentes: 

Controla el historial del navegador. Facebook y Tuenti no permiten a los menores tener una página si no tienen 13 años. Pero los niños  mienten, al darse de alta, y logran acceder a estas. En el caso de los padres deben controlar si sus hijos se han dado de alta en alguna red social.


Pide a tus hijos que piensen bien antes de publicar nada. Recuérdales que todo lo podrán ver mucha gente. Es recomendable que los padres tengan acceso a las páginas de sus hijos, para asegurarse de que lo que publican sea apropiado. Los padres pueden ayudar a impedir que hagan cosas de las que podrían arrepentirse.


Establece su configuración de privacidad. No es infalible, pero sí importante. Muéstrales dónde está la configuración de privacidad.


Define normas sobre qué es apropiado comunicar y publicar online, y a qué juegos se puede   jugar. Las publicaciones donde aparezcan tomando drogas o alcohol, o posando en actitudes eróticas, se volverán en su contra.


La buena conciencia es fundamental. En muchos sitios hay aplicaciones anónimas como la "pared del baño" o los "buzones de honestidad" que permiten a la gente decir a sus amigos lo que piensan de ellos. Si tus hijos no le dirían algo a alguien personalmente, no deben publicarlo.


Créate una cuenta para ti. Comprueba qué  uso hacen tus hijos de la red social.

Háblales de la naturaleza del mundo digital. Recuérdales que cualquiera puede ver lo que aparece en sus páginas, aunque crean que nadie lo hará. Sus futuros jefes o las autoridades pueden consultar estos sitios con facilidad. Pide a tus hijos adolescentes que piensen quién podría ver sus páginas y cómo interpretarían los comentarios o fotos que hay en ellas.


 

Explícales que cualquier cosa que creen o comuniquen se puede copiar, modificar,  pegar y enviar. Una vez que han publicado algo en su página, queda fuera de su control y se puede sacar de contexto para usarlo contra otras personas. Esto incluye los comentarios y las fotos de sexo, drogas o alcohol. Diles que lo que se publica online puede durar para siempre. Si no lo colgarían en una pared de la escuela, no deben publicarlo en su página.


Recuérdales que sean positivos cuando hablen online. Si no quieren que alguien lo repita, no deben contárselo a nadie.

Si es necesario que conozcan en persona a algún contacto, que sea en un sitio público y con uno o más amigos. Nos gustaría pensar que nuestros hijos no se citan con extraños... pero a veces lo hacen. Insiste en que no es seguro ni inteligente.


Controla el tiempo. Los sitios de redes sociales pueden acaparar el tiempo de tus hijos. Se pasan las horas volando, lo que no ayuda a hacer las tareas escolares.


Dar el ejemplo de buena conducta. Si usamos nuestro android o iPhone durante la cena   que sea de forma responsable, y no hacer lo que pedimos a nuestros hijos que no hagan.


Prestar atención. Debemos saber a qué sitios se conectan nuestros hijos y qué hacen ahí.


Transmitir tus valores. Engañar, mentir, ser cruel con los demás...evitar en todo momento.


Marcar límites. Tiempo de uso del teléfono, tiempo de descarga de videos, etc. Es verdad que para todo existe el momento y lugar adecuado.


Hacer que tus hijos asuman la responsabilidad. Si tienen un privilegio, asegúrate de que se lo ganen.


Explicarles qué es lo que está en juego. Explica a tus hijos que otras personas pueden abusar el día de mañana de lo que hagan hoy.  Se les debe hacer saber la responsabilidad que tienen al colgar fotos, comentarios y qué consecuencias puede tener.


viernes, 9 de agosto de 2013

ADICCIÓN 2.0

Un niña de 4 años adicta al Ipad. Cuesta creerlo, pero así es. Un caso de adicción extrema que requirió tratamiento psiquiátrico. Esta niña ha sido la paciente más joven de los Servicios de Adicción a la Tecnología en la clínica de Capio Nightingale de Londres. Y según Richard Graham, el psiquiatra que la trató, podría haber sido mucho peor si no se hubiera atajado el caso a edad tan temprana. "Les dije a sus padres que si la niña no recibía ayuda inmediata para tratar la adicción, iba a tener que ingresar en una clínica a los once años, si no antes".  

 
Evidentemente este es un caso extremo, pero desafortunadamente no tan extraño como podemos llegar a creer. Cada día más existen casos de adicción tecnológica y ya no sólo en adultos. Según un reciente estudio miramos de media 150 veces al día nuestros móviles según un reciente estudio. Entre las cosas que hacemos principalmente cuando cogemos el teléfono destaca la mensajería, las llamadas de voz y mirar la hora. Este mismo estudio asegura que los usuarios con «smartphone» son incapaces de estar sin él más de 6 minutos, lo que presenta una clara dependencia a estos terminales. Y todo esto sin contabilizar los mensajes de WhatsApp o Line o los «tuits» o «Me Gusta», de nuestras redes sociales. 
 

Me gustaría compartir con vososotros un estudio publicado por Rafael López Azuaga en el blog Investigación en la Educación En él, además de dar pautas para la detección de este problema también aporta algunos consejos y métodos para intervenir. 

    

Su estudio está destinado a docentes y grupos de trabajo en el entorno educativo, pero sin duda como él bien apunta hacía el final la implicación familiar es indispensable para poder detectar y luchar contra esta adicción del Siglo XXI.

Para finalizar, quiero compartir con todos vosotros este video de una web tailandesa (tranquílos que no hay ni voz ni texto, sólo imágenes muy claras y evocadoras) que simboliza muy bien dónde puede llevarnos la adcción 2.0.


Curiosamente, el video lo promueve el segundo mayor proveedor de tecnología GSM en teléfonos mobiles de Tailandia. No os quedéis con eso, sólo con el mensaje.





 



viernes, 2 de agosto de 2013

LO QUE UN PROFESOR NO SE ATREVE A DECIR A LOS PADRES

Hace unos días colgabamos en el Facebook de Piquer Enseñanza y Formación la foto de una cartel con una serie de máximas tituladas "Lo que los maestros no se atreven a decir a los padres".

En nuestro Facebook se inició un pequeño debate hablando sobre cada una de las frases y su conveniencia y verdad. 

A colación de este cartel me gustaría recordar con vosotros un artículo que publiqué en febrero de este año titulado "La autoridad del profesor" 
En él hablaba de la falta de motivación, la crisis de valores como la responsabilidad y el esfuerzo y las consecuencias de no ejercerlos, la heterogeneidad del alumnado, la dejadez de algunos padres, la cultura del éxito fácil... entre otras muchas cosas. Os invito a que lo leáis antentamente y me déis vuestra opinión

¿Qué opináis del cartel? ¿Se ha perdido la comunicación  docente - padres? ¿Se ha abusado del papel educador de las escuelas descuidando la labor educativa en las casas?

Muchas preguntas y aún más respuestas. 

Espero las vuestras

 

viernes, 12 de julio de 2013

Escuela…, y despensa, para el siglo XXI. Carlos Hué

Hoy quiero ceder mi espacio a un buen amigo, Carlos Hué. El Psicólogo y Doctor en Ciencias de la Educación nos plantea en su artículo titulado "Escuela…, y despensa, para el siglo XXI"  una gran pregunta con una complicada y controvertida respuesta: "¿por qué cuando suspenden los alumnos hablamos de fracaso escolar y cuando los estudiantes que aprueban no se colocan no se habla de fracaso del sistema?" Las necesidades han cambiado en el Siglo XXI, pero parece ser que nuestro sistema educativo, a pesar de las sucesiva e interminables reformas, no quiere mirar hacia el progreso y el nuevo panorama laboral.

Escuela…, y despensa, para el siglo XXI
Carlos Hué

Un año más, al terminar el curso, una pléyade de estudiantes universitarios y de formación profesional que habrá aprobado todo saldrá al mercado laboral. Por otro lado, un año más, llegarán a casa los suspensos de fin de curso y se volverá a hablar de fracaso escolar de los alumnos. Y, yo me pregunto, ¿por qué cuando suspenden los alumnos hablamos de fracaso escolar y cuando los estudiantes que aprueban no se colocan no se habla de fracaso del sistema?


 Alumnos de primaria en Lleida, en la década de 1950 - EFE
Esta comparación me lleva a reflexionar sobre la finalidad de la educación. Si nos remontamos a los orígenes veremos cómo en el Paleolítico los cazadores se llevaban consigo a sus hijos para conseguir que aprendieran a cazar. No me imagino al cazador examinando, ni aprobando, ni suspendiendo a su hijo; tampoco me lo imagino poniéndole deberes, ni dejándole parte de su aprendizaje para septiembre. La finalidad de la educación no era otra que su hijo obtuviera cuanto antes la independencia económica, para que consiguiera emanciparse de la caverna familiar y fundar su propia familia. Ésta tendría que ser la primera finalidad de la educación hoy y tendría que ser, por tanto, el criterio para determinar si un sistema educativo aprueba o suspende, si tenemos o no fracaso escolar del sistema.

Sin embargo, las familias, a lo largo de los años de la escolarización de sus hijos, casi sólo se preocupan de las notas o si han hecho bien los exámenes. Pero, si analizamos lo que se estudia en los centros educativos, veremos que se encuentran anclados en el pasado; son currículos basados en el Trivium y el Quadrivium, las siete artes y ciencias de la Edad Media, que fueron transformados en asignaturas en el siglo XIX con la democratización de la educación para dar respuesta a las necesidades de la Revolución Industrial. Por este motivo, los estudiantes que aprueban con estas enseñanzas no se colocan fácilmente pues las necesidades del siglo XXI han cambiado, son muy diferentes. Estas necesidades son distintas, no sólo porque estamos en la sociedad de la información y la comunicación, no sólo porque los procesos productivos se han especializado como consecuencia de los avances tecnológicos, sino fundamentalmente por efecto de la globalización económica.

La globalización ha hecho que comamos patatas producidas en Argentina, que nos vistamos con ropa traída de la India o que tengamos coches producidos en Corea del Sur. Éstas serían, por tanto, las asignaturas fundamentales del currículo del siglo XXI, tanto en las enseñanzas básicas, en primaria y secundaria, como en las enseñanzas superiores y universitarias: TIC, lenguas, tecnologías avanzadas y globalización de mercados. Sin embargo, seguimos empeñados, reforma tras reforma, en no reformar nada y así tenemos seis millones de personas en paro camino de los siete millones.

La educación debe servir a la sociedad y no sólo al propio sistema educativo que la sustenta. Evidentemente, que la educación debe ser transmisora de valores, pero yo pediría que junto a la ética, a la solidaridad, al respeto, al esfuerzo, se enseñara a desarrollar la creatividad en investigación, en innovación, en empresa; se aprendiera comprar y vender desde pequeños, ya que en un mundo globalizado el que maneja las claves de la economía encuentra empleo con facilidad; se consiguiera un mayor nivel de comunicabilidad a través del manejo de diversas lenguas y desde la tolerancia y aceptación de otras formas de entender el mundo, la religión, los valores.

Aunque no lo parezca, estos niños están en la escuela. Colegio Vittra en Estocolmo 
Ahora bien, si nuestro sistema educativo, si las familias, los políticos, los administradores, los profesores y maestros seguimos defendiendo un currículo del siglo XIX seguirá ocurriendo lo que hoy nos pasa: sólo se colocan los que tienen influencias o contactos. Los demás serán, seremos, carne de paro.
Yo personalmente creo que otro sistema educativo es posible y que ese nuevo sistema entenderá, como lo hiciera el cazador del Paleolítico, que el fin de la educación es la independencia y que ésta pasa por el aprendizaje para el empleo, bien por cuenta ajena, bien por cuenta propia.

Pero no crean que esta idea es nueva, no. Esta idea viene ya desde el siglo XVIII con Rousseau cuando nos hablaba de una educación natural y adaptada a las necesidades reales, o desde el siglo XIX con la Institución Libre de Enseñanza, o con las aportaciones de comienzos del siglo XX con el pensamiento de “Escuela y Despensa” de Joaquín Costa, la educación liberadora de Paolo Freire o la introducción de la cooperativa escolar hecha por el comunista Freinet.

Un ejemplo de este cambio en la enseñanza lo pudimos ver en los alrededores del Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza que, junto al INAEM y el Departamento de Educación, ayuda a chicos de 5º curso de Educación Primaria en el programa “Aprender a emprender” a crear nuevas cooperativas. Aprenden así, junto al resto de otros conocimientos, las claves de los mercados. Seguro que de entre ellos saldrán futuros empresarios que consigan empleo para sí mismos y para otras personas. Por todo lo anterior, mis mejores deseos de empleo a esa nueva generación de jóvenes recién llegados al mercado laboral.

* Psicólogo y Doctor en Ciencias de la Educación

jueves, 4 de julio de 2013

De la escuela emocional

   Me gustaría recordar con vosotros un artículo que escribí el año pasado pero que creo que está de completamente vigente.  Hoy lo recordaba en el Colegio de Verano Piquer, donde muchos chicos y chicas necesitan, ya no sólo ayuda académica, sino también una orientación para aprender a controlar sus emociones que les ayude a afrontar mejor los problemas del día a día. 


De la escuela emocional



   Pero ¿qué es eso de la Educación Emocional y para qué sirve, vamos a introducir otra nueva asignatura, no quedamos en que debemos trasmitir conocimientos…? Estas y otras son preguntas que se me han planteado en varias ocasiones por parte de padres y alumnos: intentaré clarificar, porque estamos hablando de algo que es consustancial a la educación de nuestros hijos e imprescindible para la dimensión personal y social del individuo.


“En la actualidad dejamos librada al azar la educación emocional de nuestros hijos, con resultados cada vez más desastrosos. Una solución consiste en tener una nueva visión de lo que las escuelas puedan hacer para educar al alumno como un todo, reuniendo mente y corazón en el aula”. Con esta cita del psicólogo Daniel Goleman (1995) clausuré el pasado 23 de febrero la III Jornada “propuestas a los retos de la escuela de hoy: EducaciónEmocional” en la que pudimos escuchar una magistral conferencia del profesor Rafael Bisquerra sobre le educación emocional en la escuela del futuro.

Hay aspectos de las relaciones humanas que ni se adquieren espontáneamente ni son innatas, requieren trabajarlas, ser objeto de “educarse”. Que esto no sea así tiene consecuencias posteriores, cuando el alumno sale de las aulas y se enfrenta a la sociedad real en todos sus campos, incluido el laboral. Porque reconozcamos que son muchos los jóvenes a los que les cuesta no sólo relacionarse con los demás, sino también exteriorizar sus propios sentimientos.


"La educación necesita tanto de formación técnica, científica y profesional como de sueños y utopía"
Partamos de que una educación integral (y, si no lo es, podremos hablar de enseñanza o enseñanzas, no de educación) debe poner en relación el desarrollo cognitivo y el emocional, la mente y el sentimiento: ambos son esenciales para el desarrollo de la personalidad. Por ello, deben desarrollarse conocimientos y habilidades sobre las emociones que capaciten al individuo para afrontar mejor los problemas que se le plantean en el día a día. Porque este tipo de educación debe perseguir aumentar el bienestar personal y social y es un proceso educativo continuo y permanente, no solo a lo largo del periodo de escolarización, sino a lo largo de toda la vida. Debemos conseguir personas emocionalmente inteligentes. ¿O no estamos padeciendo verdaderos problemas de integración/adaptación, de comunicación interpersonal, de habilidades sociales?

Y no se trata de otra cosa que de conocer nuestras propias emociones y controlarlas; identificar las de los demás, asimilarlas y respetarlas: lo que nos posibilita nuestra relación con los otros. Se trata de que eduquemos para la vida (tiene que ver mucho con los valores) y ello implica fomentar actitudes positivas ante las situaciones cotidianas, desarrollar habilidades sociales (empatía) y estrategias para generar emociones positivas: la automotivación, la resistencia a la frustración , el desarrollo del sentido del humor, la disminución de la ansiedad, del estrés, de los desórdenes fisiológicos ( anorexia, bulimia, exceso de peso…)

La educación emocional abarca pues competencias básicas, tanto en el ámbito intrapersonal (YO) como en el interpersonal (LOS OTROS). En el primero: el esfuerzo mediante el rendimiento, la autodisciplina, el cumplimiento de obligaciones, la iniciativa, la adaptabilidad… En el segundo: la sociabilidad, la imaginación, la creatividad, la conciencia organizacional, la comunicación, la resolución de conflictos, el trabajo en equipo, el liderazgo, la colaboración.
No se trata, respondiendo a aquella pregunta, de una asignatura más, se trata de la ASIGNATURA (¿pendiente?) que da sentido completo al hecho educativo. Transmitimos conocimientos (enseñamos), pero esa transmisión se realiza en un contexto (escolar, familiar, social) con un fin (preparar para la vida); y para conseguir ese objetivo debemos posibilitar todas aquellas estrategias que ayuden al alumno (o hijo, o ciudadano) a desarrollar sus emociones, sus sentimientos, sus posibilidades en un escenario que fomente el desarrollo de esas habilidades en relación con los demás. Porque aquí es donde el concepto educación adquiere su valor integral.

No en vano hablaba Ortega de la dimensión social del individuo y del lenguaje (comunicación) como principal vehículo de socialización.

Nada más y nada menos.