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sábado, 19 de diciembre de 2015

jueves, 17 de diciembre de 2015

La música como herramienta educativa




La música es dueña de nuestras vidas, se apodera de nosotros aunque no queramos saber nada de ella y no podemos dominar ese impulso mágico que nos invade cuando escuchamos una melodía  que nos hace perder la cabeza. Algo que despierta reacciones tan positivas en nuestro cerebro tiene que ser beneficioso, sí o sí. El caso es que la música resulta tan positiva para nuestro cerebro que se considera uno de los pilares fundamentales  de desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz, desde la primera etapa educativa de un niño.

En estos períodos preescolares los más pequeños se empiezan a relacionar y perciben el mundo de mil maneras diferentes, comienzan a expresarse y supone el punto de partida para integrarse en la sociedad. La música, entre una de sus muchas virtudes, tiene la capacidad de unir a las personas, por pequeñas que sean. Un niño que está en contacto con la música aprende a convivir mejor con sus compañeros y consigue un contacto más armonioso con la realidad. Además, está demostrado que, sobre todo a estas edades, la música les encanta.

Son muchos los beneficios que tiene y sería difícil explicar las sensaciones que algo tan subjetivo puede hacer experimentar a cualquiera, pero sí se puede enumerar algunos que han quedado científicamente demostrados. Por ejemplo, la etapa de alfabetización se ve más estimulada gracias a la música. Las canciones infantiles suponen un gran beneficio debido a sus rimas y repeticiones, además de que suelen ir acompañadas de gestos que ayudan a la mejora del habla y a entender mejor el significado de cada palabra.

La concentración, de la que hemos hablado tantísimas veces en este blog remarcando su importancia para el estudio, se ve muy favorecida por la música. Para tocar cualquier instrumento es indispensable tener los 5 sentidos puestos en la melodía y esa capacidad se verá reflejada en otros aspectos de la vida diaria. El hecho de tener que recordar notas y partituras, además de saber cómo darles vida con un instrumento, harán trabajar la memoria más que cualquier otra actividad. Se convierte en el instrumento ideal para aquellos niños dispersos a los que les cuesta mucho centrarse en una sola tarea.  

También juega un papel muy importante en la expresión corporal de un niño. Potenciarán el control rítmico de su cuerpo con diferentes melodías y mejorarán su coordinación. Y por supuesto no olvidemos la seguridad emocional que otorga el ser comprendidos al compartir canciones con las personas de su alrededor. Esa seguridad le dará confianza en sí mismo y lograrán un óptimo desarrollo de su inteligencia emocional.


No duden en ningún momento que la música puede ser un gran aliado en la educación de sus hijos, pero por supuesto plantéenselo como algo lúdico, que no supongo una carga más en la vida del niño. Dejen que desarrolle la rama musical que el prefiera y que elija un instrumento que realmente le apasione, no se arrepentirán. Al fin y al cabo, sería terrible vivir sin música.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El subrayado




Es una de las técnicas más extendidas entre los alumnos y puede que la herramienta más sencilla a la hora de enfrentarnos a cualquier texto que tengamos que estudiar, pero ¿sabemos subrayar correctamente o simplemente nos limitamos a dar un bonito color fosforescente a los libros? Puede que parezca que subrayar no contiene ningún misterio, pero para que nos sea realmente útil hay que saber cómo hacerlo. A continuación exponemos una serie de consejos para aprovechar al máximo esta técnica de estudio.

Antes de empezar con el subrayado de cualquier texto es primordial realizar una lectura comprensiva del mismo, sino es como si no hiciéramos absolutamente nada. En esta primera toma de contacto debemos asimilar la mayor cantidad de información posible para tener una idea en mente de cuál es el concepto principal y cuáles son los secundarios que lo complementan. No podemos ponernos a subrayar sin saber de qué va el texto, si lo hacemos así destacaremos, probablemente, más información de lo necesario.

Una vez interiorizada la información y con las ideas frescas en la mente, podemos comenzar a realizar el subrayado. Elige dos rotuladores que tengan los colores bien diferenciados. Uno de ellos nos servirá para marcar las ideas principales del texto y el otro dará color a los conceptos complementarios. Es importante que sean colores muy diferentes para que al releerlo podamos diferenciar entre las palabras clave y las que no lo son tanto, nuestra vista estará educada para ello.

Es fundamental centrarse en subrayar palabras o sintagmas para que con la siguiente lectura podamos desarrollar las ideas a partir de un solo concepto. No debemos subrayar líneas enteras porque contaremos con demasiada información y no podremos separar qué es lo importante y lo que no lo es tanto. Por eso es fundamental empezar la tarea habiendo leído el texto.

Hay una regla que dicta que el mejor subrayado se ha de componer de un 80% de sustantivos y un 20% que pueden ser adjetivos, verbos o palabras que nos ayuden a asimilar conceptos. El resto de categorías gramaticales deberían ser excluidas a no ser que a nosotros nos resulten útiles. El subrayado es una práctica muy personal y podemos variarla según nuestras preferencias.

Una forma muy útil de complementar esta técnica para asimilar conceptos consistirá en tomar notas a mano en los márgenes o en un papel. Aunque no es nada conveniente si no somos una persona muy ordenada a la hora de trabajar, ya que nos puede perjudicar todavía más. Tomar notas esta sólo reservado para los “cinturón negro” del subrayado.

Por último y no menos importante, revisa el texto en el que has trabajado por última vez antes de ponerte a estudiar. Es conveniente por si hemos olvidado de incluir algún concepto importante o queremos rectificar cualquier anotación.


Si sigues estos pasos y los perfeccionas, ten por seguro que llegarás a la cima de los dioses del subrayado, y por consecuencia, el éxito en tu vida académica está asegurado.

jueves, 3 de diciembre de 2015

El pilar básico de la educación




Muchos de los problemas que se dan en la vida vienen derivados de la falta de responsabilidad, un valor que hay que saber inculcar desde muy pequeños y que marcará el desarrollo de su personalidad, además de su actitud ante el conflicto. La irresponsabilidad es un problema que se materializa en dos direcciones, no podremos enseñar hábitos correctos a los más pequeños si no damos ejemplo con nuestras acciones, es una contradicción que da sentido a la frase: “Predicar en el desierto, sermón perdido”.

La enseñanza de valores responsables comienza en los hogares  y es imprescindible  que sean entendidos como pilares inamovibles. Los padres han de cumplir lo que dicen a sus hijos y hacerlo a tiempo, al fin y al cabo son el mayor referente en su formación. Lograr que asimilen el sentido de la obligación y el compromiso requiere de orientación, paciencia, constancia, perseverancia y, por supuesto, confianza.

Brindarles la oportunidad de ver hasta dónde alcanza el resultado de sus acciones es la primera lección. Dejar que tomen sus propias decisiones, hacer que comprendan sus fracasos y sus logros, además de hacerles ver las consecuencias de sus actos, son premisas básicas que han de quedar bien arraigadas desde el principio. Todo esto, unido al apoyo y al cariño, formará la amalgama que estará presente durante su desarrollo.

Como todo en la vida, habrá que empezar poco a poco. Asignar tareas simples para ir incrementando paulatinamente la complejidad de estas será muy importante para lograr que interioricen el sentido de la responsabilidad. Cometidos como ordenar sus juguetes o recoger su plato de la mesa los hará conscientes de su obligación de cumplir una serie de reglas. Hay muchos padres que cometen el error de premiar estas acciones y olvidan enseñar que el esfuerzo es algo natural en la vida y no constituye un medio para conseguir un fin. El esfuerzo tiene recompensa, eso está claro, pero hay que saber muy bien cuando otorgarlas.

En segundo lugar es muy importante lograr que se valgan por sí mismos, lección que aparte de forjar una autoestima de hierro, les enseñará a conocer el valor de las cosas. No caigamos en el error de hacer tareas que les corresponden, les estaremos haciendo un flaco favor. Hay que darles pautas de cómo desempeñarlas para que las hagan ellos solos.

Un pequeño itinerario de actividades es una buena forma de organización que les ayudará a gestionar su tiempo y hacer que cumplan con sus compromisos. Poco a poco se irá cultivando esa responsabilidad y estas tareas pasarán a formar parte de sus vidas. Facilitemos los medios para que las realicen, dentro del espectro de lo posible, y veremos cómo los resultados van aflorando con el tiempo.


No olvidemos que educar requiere paciencia, dedicación y cariño, los tres ingredientes que configurarán el futuro de nuestros hijos. Tengamos presente que la responsabilidad es más que un compromiso y no se nace con ella, se adquiere con el tiempo. 

jueves, 26 de noviembre de 2015

Actividades extraescolares




En las últimas dos décadas se ha convertido casi en una obligación hacer que nuestros hijos estén apuntados a un sinfín de actividades extraescolares para potenciar su desarrollo. Es normal que los padres quieran brindar la oportunidad a sus hijos de estar más preparados en un mundo cada vez más competitivo, pero estas actividades pueden resultar contraproducentes si sobrecargamos el tiempo de los más pequeños. La pregunta que enseguida viene a la mente es: ¿cómo lograr el equilibrio perfecto?

Hay muchos padres que creen que sus hijos deben estar aprendiendo cosas constantemente y no es así. Los niños tienen muy en cuenta el mundo que les rodea y tienden a interesarse por todo lo que pasa a su alrededor, más que cualquier adulto. Varios expertos en psicología infantil señalan que un exceso de aprendizaje juega en contra del desarrollo de un niño, haciendo que pierdan el interés rápidamente y sean propensos a aburrirse. Algo que debemos evitar a toda costa.

Un error básico en la elección de estas ocupaciones es creer que todos los niños las aprovechan por igual. Hay que optar por una u otra en función de sus gustos y sus aptitudes. No a todos los niños les gusta el fútbol, ni todas las niñas quieren hacer danza, debemos escuchar sus inclinaciones y apuntarlos a cosas que realmente quieran hacer. Por supuesto queda totalmente descartado proyectar nuestras aspiraciones en ellos e inscribirlos en actividades que nos hubiera gustado realizar a nosotros de pequeños, nuestro momento ya pasó.

En ningún momento hay que perder de vista que se trata de su ocio y no de sus obligaciones. Algo muy común que suele ocurrir cuando nuestros hijos realizan clases de algún idioma o que requieren algún esfuerzo más intelectual. Si no tenemos en cuenta que se trata de que se diviertan y aprendan al mismo tiempo, estaremos haciendo un flaco favor a nuestros hijos.

También es importante que el niño pruebe la actividad, que vea si le gusta y se lo pasa bien practicándola. Si no es así, es necesario averiguar el motivo, ya que en algunas ocasiones puede ser un problema de timidez o miedo. Puede ser un buen momento para enseñarle el valor de la constancia y que mejorar en cualquier cosa es cuestión de esfuerzo y dedicación.

Hay extraescolares que pueden resultar más beneficiosas para unos niños que para otros. Las actividades en grupo inculcan valores muy positivos, como el compañerismo y el sentimiento de pertenencia a un colectivo; pueden ayudar mucho a niños con un carácter tímido o que tengan dificultades para relacionarse. Labores individuales, como tocar un instrumento musical, son muy aconsejable para niños más dispersos que tengan dificultad para concentrarse. Hay una actividad idónea para cada tipo de persona.

En cuanto al tiempo que hay dedicar a estas ocupaciones, existe la regla de oro que dice que no conviene superar las 4 horas semanales. Por mucho que a un niño le guste una actividad, puede acabar por aborrecerla si lo saturamos.

jueves, 12 de noviembre de 2015

El acoso escolar


En mayo de este mismo año, Arancha, una chica de 16 años se arrojó por el hueco de las escaleras de su casa. Carla, de 14, saltaba desde un acantilado en 2013. El pasado octubre un niño de 11 años decidió acabar con su vida tras dejar una nota a sus padres pidiéndoles perdón y diciéndoles que no quería ir al colegio. ¿Qué está ocurriendo en los centros escolares? ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Cómo hemos dejado que la situación escape a nuestro control?

Hablamos del acoso escolar, por supuesto. Un problema social que afecta a 1 de cada 4 menores escolarizados en España y que los colegios no reconocen como tal, ya sea por desconocimiento o por el temor a una mala publicidad, al fin y al cabo, ¿quién quiere tener fama de albergar cualquier forma de bullying en su centro? De vez en cuando oímos casos en las noticias, vemos muertes, traumas, situaciones que condenan el desarrollo de muchos alumnos en las que sólo en contadas ocasiones se toman medidas a priori y que no se puede permitir. Es cierto que es un problema difícil de combatir, que debido al silencio de los alumnos por temor a represalias es todavía más complicado de identificar para erradicarlo a tiempo.

¿Cómo podemos actuar para prevenir el acoso escolar? Lo primero de todo es concienciar a los adultos para que sepan reconocer los primeros indicios en el entorno de la víctima. No estamos hablando de agresiones físicas, que pueden darse o no, y suponen la culminación de un proceso muy complejo. Nos referimos al acoso psicológico que se traduce en motes despectivos, insultos, intimidaciones o rumores malintencionados, que hacen que el acoso vaya creciendo en intensidad. También hay formas más sutiles, casi imperceptibles, de acoso psicológico y que pueden tener peor repercusión que cualquier agresión verbal, como el aislamiento intencionado por parte compañeros no dejando participar a la víctima en actividades sociales conjuntas, negándole la palabra o ignorándola, dinámicas que llevan a las personas que no participan activamente en el acoso a desentenderse por temor a ser nuevas víctimas. Son los adultos los que pueden poner freno a esta realidad sin tener que implicar al agredido. Bajo ningún concepto se puede minimizar el problema o pensar en la típica coletilla: “son cosas de niños”.

Enseñar a estas nuevas generaciones que el acoso es muy grave y que burlarse de otros no es gracioso constituye un paso de gigante para que tomen la actitud correcta. Es primordial hablarles de casos reales, hacer un ejercicio de empatía para que todos puedan ponerse en el lugar de una persona acosada. Hacerles conocedores de las herramientas que existen para denunciar el acoso y remarcar el concepto de que denunciar no es chivarse, es actuar de forma justa.  Ya existen programas especializados en muchos centros de nuestro país para luchar contra esta problemática, pero la solución radica en los alumnos y en una educación en valores, en el respeto y la tolerancia.

No debemos confundir cualquier incidente aislado con el acoso, los niños se pelean, eso es una realidad, el problema viene cuando la agresión se reitera en el tiempo. Es entonces cuando se plantea la gran pregunta: ¿Cuándo debemos actuar? No hacer nada nos constituye como una parte muy importante del problema y el papel de los padres es esencial para detectarlo a tiempo. Han de atender a los cambios de conducta, a lo síntomas psicosomáticos, al estado anímico o las negativas a ir al colegio. Hay que actuar en cuanto se detecte cualquiera de estos síntomas o se aprecie cualquier tipo de abuso.

Hasta que no seamos conscientes del grave problema que supone en el desarrollo de cualquier niño y en cómo puede llegar a marcar su conducta futura, nunca solucionaremos el problema. El sistema está poniendo a disposición de todos los mecanismos necesarios para acabar con esta pesadilla, ¿no creen que deberíamos aprovecharlos y no mirar hacia otro lado alegando que es algo que ha pasado durante toda la vida?

jueves, 5 de noviembre de 2015

Los padres y las nuevas tecnologías




El avance de la tecnología y la proliferación de las redes sociales han aportado muchas cosas buenas a la educación, se han convertido en la avanzadilla que abrirá las fronteras de la enseñanza del futuro y constituyen un paso de gigante que se mimetiza con los métodos tradicionales. El problema viene cuando se hace un mal uso de estas herramientas y se abusa de sus capacidades. Hemos hablado en otras ocasiones sobre los peligros y los beneficios en los más jóvenes pero, ¿qué ocurre cuando son los padres  los que inician el problema debido a las malas prácticas de estos sistemas?

El motivo de esta pequeña reflexión proviene de una noticia que se publicó hace no mucho en la página web de Cadena Ser y que disparó las alarmas en mi cabeza pese a defender a capa y espada la inclusión de las nuevas tecnologías y métodos de enseñanza en el aula. En ella se relataban algunos casos que habían ocurrido en colegios de mi comunidad de cómo un instrumento tan útil como puede ser Facebook, Twitter o WhatsApp, se había convertido en la pesadilla de muchos centros y compañeros que dedican su vida a dar forma al futuro de nuestra sociedad. 

Esperanza Díez, jefa de estudios el Colegio Público Rio Ebro de Zaragoza, hablaba de una realidad que, por desgracia, es cada vez más frecuente: "Los grupos de WhatsApp de padres estaban sirviendo para hacer críticas a los profesores en vez de para solucionar dudas". Este tipo de situaciones ha provocado que sea uno de los centros que advierten a los padres al inicio de curso que usen correctamente estas herramientas, llegando hasta el punto incluir una guía de buenas prácticas en su página web.

Y no es para menos, ya que el acoso que sufren los docentes por estos medios, tan beneficiosos por un lado y destructivos por otro, crece cada día que pasa. Crisálida Rodríguez, coordinadora del servicio Defensor del Profesor del sindicato ANPE, hablaba sobre el mayor problema de todos, la forma de infravalorar al docente: "Los comentarios de los padres inciden directamente en la visión que tienen sus hijos del profesor". Ha llegado a haber casos extremos en los que una madre comenzó una campaña de recogida de firmas en contra de una profesora de su hijo, situaciones muy difíciles de resolver y que dada la inmediatez que nos brindan estas nuevas formas de comunicación pueden provocar daños irreparables.

¿Cómo se puede paliar esta situación? Un buen comienzo sería concienciar del buen uso de estos instrumentos y conocer cuáles son los errores principales que se cometen. Ciertos padres han adquirido el mal hábito de querer controlar absolutamente todo lo que pasa en la escuela y poco a poco se disuelve la responsabilidad y la posibilidad de convertir al alumno en una persona autónoma que sepa desenvolverse en el entorno escolar. Puedo llegar a entender la preocupación de cualquier padre en la educación de su hijo, pero cuestionar continuamente la labor de un docente es una cosa totalmente distinta.

Los grupos de WhatsApp, ahora tan de moda, son una herramienta muy útil para estar en contacto con los padres y madres de los compañeros de nuestros hijos, estar al tanto de reuniones y actividades, o incluso para la organización de eventos, pero también puede crear problemas muy graves si se pasa a la crítica destructiva o se siembran  dudas con la posterior creación de una ambiente tóxico.

Como hemos podido ver, el problema no está en las herramientas sino en el mal uso que se hace de ellas. ¿No creen que deberíamos confiar en el trabajo de los profesionales de la educación antes de cuestionarlos y crear un daño importante?

jueves, 29 de octubre de 2015

La lucha contra la ansiedad




¿Cansancio? ¿Irritabilidad? ¿Alteraciones del sueño? ¿Nerviosismo? ¿Temblores? ¿Dolores de cabeza? ¿Ahogos? ¿Falta de concentración? Si posees alguno de estos síntomas puede que estés pasando por un episodio de la enfermedad del siglo XXI, la ansiedad. Se trata de un desorden psicológico que viene dado por situaciones cotidianas estresantes y que cada día afecta a personas de un espectro de edad cada vez más amplio. Existen diferentes grados, pero lo primero que hay que saber es que es un estado emocional totalmente normal con el que el cuerpo reacciona ante una situación adversa, real o imaginaria. Ciertos niveles de ansiedad son incluso deseables para poder enfrentarse a los problemas diarios, el problema surge cuando se sobrepasan ciertos límites.

Es fundamental aprender a controlar los síntomas que provocan la ansiedad e identificar los pensamientos o situaciones que hacen que aparezca. Suelen ser sentimientos irracionales y negativos que desencadenan emociones como la preocupación, la tristeza o la inseguridad. Saber qué es lo que causa esas ideas nos ayudará a combatir los primeros estadios.

La respiración, aunque pueda parecer que no tiene mucha importancia ante las reacciones más violentas que provoca la ansiedad, es quizá la facultad natural más poderosa a la hora de plantar cara a este trastorno. Existen numeras técnicas de respiración muy fáciles de realizar y que puedes encontrar en muchas páginas web, por ejemplo, ‘tecnicasderespiracion.com’ ofrece una gran variedad de consejos e imágenes para que puedas elegir la metodología que más se ajuste a tu problema.

Afrontar la ansiedad en solitario es uno de los errores principales y más comunes. Déjate arropar por la gente que está a tu lado, pide ayuda a profesionales y no dejes que la situación tome las riendas de tu conducta. Sal con amigos, ríe y diviértete, estrecha lazos para reforzar la confianza en ti mismo y sentirte apoyado. Si sabemos que detrás de nosotros está toda la gente que nos quiere para no dejar que nos caigamos, tenemos ganada la mitad de la batalla.

Para tener una mente equilibrada hay que tener un cuerpo equilibrado, por lo que es esencial llevar una alimentación sana y seguir un estilo de vida saludable. Hay determinados grupos de alimentos, como el chocolate, el alcohol o las bebidas con cafeína, que pueden provocar crisis de ansiedad y pueden contribuir a agravar los síntomas. Aparte de  estar bien alimentado, es muy importante hacer ejercicio y descansar lo suficiente. La práctica de cualquier actividad física nos ayudará a relajar tensiones, la liberación de endorfinas contribuirá a nuestro bienestar y un sueño reparador nos dará la energía suficiente para afrontar cualquier problema.

Queda totalmente prohibido agobiarse con las responsabilidades del día a día. No te exijas a ti mismo más de lo que puedes abarcar y relativiza las preocupaciones. Ten en cuenta que, tanto el cansancio físico y mental como la falta de concentración, son síntoma de la ansiedad y provocará que tu rendimiento no sea el esperado. Piensa en positivo y comprobarás que todos los efectos negativos se reducen drásticamente.

A veces es complicado hacer caso de todos estos consejos cuando una situación te supera, pero es en ese momento donde uno tiene que ser consciente de que somos nosotros los que controlamos nuestra vida y que no podemos dejar que las circunstancias afecten a nuestra salud.

jueves, 22 de octubre de 2015

La gestión del tiempo




El tiempo es el recurso más valioso que poseemos y puede que el más escaso. En muchas ocasiones no somos conscientes de que está en nuestras manos aprender a sacar el mayor provecho de él y para ello debemos aprender a gestionarlo. Como se suele decir, la victoria siempre sirve a la persona que está mejor preparada y no conozco mejor preparación que saber priorizar, planificar y organizar.

Administrar el tiempo nos puede resultar imposible en un principio, pero todo es cuestión de hábitos. Intentar sacar el mayor rendimiento a todos los días de la semana marca el primer paso que debemos dar. Hay que aprovechar los días al máximo, organizar (tiempo libre, comidas, horas dedicadas al estudio, descansos) y por supuesto, no abandonar la estrategia. No sirve de nada comenzar una plan que posteriormente no se sigue. Eso tampoco quiere decir que no pueda haber ligeras variaciones, pero es importante no desviarse demasiado.

Priorizar es una tarea difícil que suele ser el mayor enemigo del tiempo. Saber dedicar el tiempo que requiere una actividad importante y relegar a un segundo plano otro tipo de labor secundaria es uno de los puntos esenciales en la gestión óptima de este bien tan escaso. Aprender a decir “no” a determinados compromisos, tener presente las responsabilidades de cada uno y en definitiva hacer honor a la frase: “lo primero es lo primero”, nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza.

La planificación en el tiempo de cualquier tarea es tan importante como realizarla y marcará la diferencia en los resultados. Si distribuimos en varios días una actividad que sea muy laboriosa nos costará menos trabajo llevarla a buen puerto, además de tener tiempo para poder razonar todos los posibles puntos de vista o corregir cualquier error en caso de que fuera necesario. Dejar las cosas para el último momento nunca ha sido una buena idea.

No olvidemos dejar de lado cualquier tipo de distracción si lo que queremos es alcanzar un objetivo de la forma más eficiente posible. Ni música, ni televisión, ni visitas a redes sociales, nada que pueda sacar nuestra mente de nuestra tarea. La concentración es fundamental si queremos aprovechar el tiempo.

No somos androides, así que también hay que dejar el tiempo que necesitemos para descansar y liberar tensiones, una mente despejada trabaja mucho mejor. Tan malo como no gestionar el tiempo en nuestras tareas es dedicarles demasiado tiempo. La mente tiene unos límites y si trabajamos demasiado caemos en la posibilidad de tomar decisiones que no nos convienen.

Marcar metas e identificar los ritmos personales también nos ayudará a optimizar mejor nuestra disponibilidad. De nada nos sirve trabajar si no conocemos nuestro objetivo, es más difícil desempeñar cualquier tarea si no atisbamos el final de la misma. Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos y sabemos hasta donde podemos llegar. Marca tus rutinas, identifica los momentos del día en los que mejor rindes y aprovéchalos.


Al fin y al cabo, todo depende del tiempo que se nos ha dado y de cómo lo utilicemos. Winston Churchill tenía mucha razón cuando dijo: “¿Amas la vida? Pues si amas la vida no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida.”

jueves, 15 de octubre de 2015

Educar fuera de la escuela




En muchas ocasiones creemos que la tarea de educar recae principalmente en la labor del docente, que la enseñanza de valores termina al sonar la campana y que la voluntad de cualquier niño se forja sin moldes. No podríamos estar más desencaminados si creemos que no necesitamos guías que nos muestren los caminos a seguir; no nos equivoquemos, no se trata de imponer una serie de opciones, sino de mostrar todas las sendas para que un niño sea capaz de elegir su futuro en base a una educación en positivo, es decir, con disciplina, diálogo y confianza.

En primer lugar hay que conocer a un hijo y tener muy presente cada niño es un mundo. Entrar en las comparaciones es un error en el que solemos caer y que solo sirve para reconocer patrones de conducta generales de la edad. El desarrollo individual de cada persona marca sus actitudes y estas son las que deben ser escuchadas por los padres. Prestar atención a sus sentimientos e intentar comprender su percepción del día a día es el pilar básico para construir un entorno sano en lo que a educación se refiere. Esto no significa que haya que satisfacer todos sus caprichos, hay que enseñarle a renunciar libremente, decir “no y aleccionar sobre su valor y la necesidad en la vida diaria. Si no aprenden a negar ciertas cosas, nunca sabrán decir “no” a lo prohibido y eso puede convertirse en algo muy peligroso. Tampoco hay que desarrollar una dinámica de negaciones, restricciones y censuras pues puede convertirse en la mayor causa de inseguridad de una persona.

No podemos olvidar que hay que predicar con el ejemplo, ya que cualquier acción resulta más útil para un niño que cualquier enseñanza. Exigir actitudes que no ven en ningún momento en el entorno familiar tiene el mismo efecto que predicar en el desierto. ¿Nos hemos preguntado cuál es el ejemplo que damos a los más pequeños?, ¿Nos gustaría que nuestros hijos repitieran lo que hacemos? Vigilar nuestras palabras y respaldar la educación con acciones es la mejor forma de construir la moral de un niño.

Ahora lanzo un par preguntas que puede parecer sencillas pero que en realidad puede que ni nosotros sepamos la respuesta: ¿Hemos enseñado a nuestros hijos a descubrir el sentido de su vida? ¿Sabemos cuáles son sus objetivos y los valores por los que se rigen? Vivir y no saber por qué constituye la losa más grande que puede llevar cualquiera a la espalda. Si no sabemos la respuesta es un buen punto de partida para empezar a conocer a nuestros hijos y cimentar las bases de su educación.

Y quizá el mejor consejo que se puede dar es el de actuar con cariño y comprensión. Una actitud ponderada y de diálogo es la mejor herramienta que se puede utilizar. Hablar o actuar sin pensar puede dejar cicatrices profundas. Señala con amor los errores de tu hijo y enséñale, valora sus buenas acciones e incentiva el bien. Haz que cualquier crítica sea constructiva y no caigas en el error de reforzar negativamente cualquier argumento en su contra. Si es así, tu hijo, ya bueno de por sí, se esforzará por ser mejor. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

Día Mundial de los Docentes 2015




El pasado 5 de octubre se celebró el Día Mundial de los Docentes que desde 1994 pretende conmemorar la encomiable labor que supone, ya no la enseñanza, sino la construcción de un futuro mejor para las generaciones venideras. Esta celebración enarbola un tema diferente cada año y este ha sido el turno de ‘Empoderar al profesorado para construir sociedades sostenibles’, un mensaje que no ha de ser tomado a ligera en ningún sentido.

Es por todos reconocido que los docentes se configuran como la argamasa que mantiene en pie la educación, que son la vanguardia para conseguir los objetivos principales de una sociedad basada en el conocimiento, la ética y los buenos valores. Aunque la realidad juegue en su contra debido a problemas como la falta de medios, la baja consideración social o la escasa capacitación, se intenta paliar la situación poco a poco. Como dato global de cómo se encuentra el panorama educativo respecto a los objetivos de la educación primaria universal de aquí a 2020, el Instituto de Estadística de la UNESCO establece que será necesario contratar a 12,6 millones maestros de primaria. Está claro que todavía queda mucho trabajo por hacer.

El primer paso sería otorgar ese empoderamiento a los docentes, que posean los medios necesarios para poder llevar a cabo su labor. Tal y como dice la Declaración de Incheon aprobada en el Foro Mundial de Educación celebrado en mayo de 2015: “Velaremos por que los docentes y los educadores estén empoderados, sean debidamente contratados, reciban una buena formación, estén cualificados profesionalmente, motivados y apoyados dentro de sistemas que dispongan de recursos suficientes, que sean eficientes y que estén dirigidos de manera eficaz .... “

Numerosas iniciativas intentan cambiar la realidad, como la propuesta que nació en la última Cumbre de Oslo sobre Educación y Desarrollo en la que se remarcó la importancia de aumentar las inversiones en la formación de docentes. Esto no sólo repercute en lograr la llave de la sostenibilidad, allana el camino para la evolución de una sociedad capaz de reaccionar en tiempos difíciles y llegar a una educación global de calidad accesible para todos.

Las metas del Desarrollo Sostenible incluyen un objetivo específico, el número 4, en el que se propone de aquí a 2030: “Se aumente sustancialmente la oferta de docentes calificados, en particular mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo”.


Los actos del 5 de octubre fueron enfocados a esos esfuerzos, en concienciar a la población mundial de la importancia de empoderar a los docentes. Hasta que no nos demos cuenta de que son una herramienta que forja nuestro destino, estaremos dejando de lado uno de los problemas más importantes de cualquier sociedad. Como dijo Henry Brooks Adams y para hacer hincapié en la importancia del tema que hoy nos ocupa: “Un profesor afecta hasta la eternidad; nunca se puede decir donde termina su influencia.”

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Dislexia



Hace tiempo que el término dislexia aparece más de lo que nos gustaría en los entornos escolares. Este trastorno de la lectoescritura, que impide un correcto desarrollo del aprendizaje en el aula, afecta a un 15% de la población y en muchos casos es diagnosticado demasiado tarde. Tanto padres como profesores suelen confundir el problema con la falta de interés y déficit de atención; trastornos como el TDA suelen aflorar rápidamente en la boca de estos y no se molestan en ahondar en el problema, achacándolo a la falta de práctica en lectura y escritura.

La dislexia está relacionada con un funcionamiento anómalo de las regiones del cerebro que coordinan la lectura, no tiene nada que ver con limitaciones físicas, psíquicas o culturales. La evaluación temprana de este trastorno neurobiológico es de vital importancia para descartar otro tipo de problemas y existen múltiples herramientas para ello: la prueba de lectoescritura WISC, el test de análisis y escritura T.A.L.E, o el PROLEC. Hay pruebas diferenciadas por edad y también enfocadas a cada tipo de problemas. Hay que tener muy presente que la dislexia se manifiesta de forma diferente en cada persona, siendo muy probable que se presenten diferentes síntomas en cada caso, pudiendo variar entre la dificultad a la hora de puntuar textos, el escaso ritmo en la lectura y escritura, mala comprensión lectora, la tendencia al deletreo, etc.

Se puede ganar la batalla al problema si educadores y padres intervienen de forma adecuada y abordan el trastorno desde temprana edad. Imprescindible no caer en el error de creer que la práctica en lectura y escritura soluciona el problema por completo, es necesario un trabajo constante y un seguimiento exhaustivo. Otra parte fundamental es elaborar un sistema de ayuda, una estrategia que acompañe al alumno y valore su esfuerzo personal; en ningún momento hay que comparar sus logros con los de otros alumnos.

Una conducta adecuada por ambas partes marcará la diferencia en el progreso. No hay que desistir si la conducta negativa del alumno ralentiza el ritmo de trabajo, es muy importante no desalentarlo y ser un apoyo constante en su labor. La autoestima es la mejor arma con la que se puede contar en una labor de estas características, anima constantemente y utiliza expresiones que hagan que el alumno quiera seguir trabajando.

Establecer metas cortas y realistas proporcionará una mayor motivación y por consiguiente, más éxitos. Crear  metas inalcanzables a largo plazo sólo conseguirá acabar con la moral del alumno.


La dislexia no es un problema que haya que tomar a la ligera, un correcto asesoramiento a familias y centros escolares es indispensable para detectar a tiempo este tipo de problemas. Impartir cursos de sensibilización, talleres para saber cómo actuar dependiendo del tipo de dislexia y proporcionar información es el primer paso para lograr los efectos de la dislexia en la etapa académica.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Punto Neutro



En ningún momento se ha cuestionado que la cultura educativa debe evolucionar y adaptarse a los objetivos, metodologías y características que implican los nuevos modelos de enseñanza digitales. Se nos llena la boca cuando empezamos a hablar de incorporar las nuevas tecnologías dentro del aula, pero pocas veces se concreta en los planes de actuación y sólo resaltamos los beneficios, sus consecuencias y las posibilidades que esto conlleva. Esta vez nos vamos a meter en harina para hablar de Punto Neutro, proyecto que tiene por objetivo abaratar el coste del material escolar con la creación de una plataforma de recursos educativos digitales. Esta iniciativa no sólo lleva implícita un ahorro del 70% permitiendo así el acceso a las familias más necesitadas a unas condiciones de igualdad, también establece un punto de encuentro entre alumnos, docentes, centros escolares, proveedores y administraciones.

Resulta esencial conocer algunos conceptos básicos que caracterizan este nuevo tipo de educación y los elementos que son necesarios para su puesta en marcha, antes de hablar de Punto Neutro. Los contenidos digitalizados, suministrados por editoriales, o los conocidos como Recursos Educativos en Abierto, distribuidos de forma libre y gratuita, suponen la piedra angular del proyecto. Hay que reconocer que la utilización de los libros de texto está en decadencia, que su coste es tremendamente elevado y en ciertas materias quedan desactualizados rápidamente. En este ámbito, resulta inviable que los modelos tradicionales pretendan competir con la versatilidad de las plataformas digitales, con su actualización inmediata y el modo de presentación de los contenidos. Por otro lado, es esencial un entorno virtual de aprendizaje (EVA) en el que alumnos y profesores puedan tener acceso a los contenidos, tengan la posibilidad de trabajar con él y pueda modificarse a placer; resta decir que la accesibilidad y la interactividad de los EVA establecen un ciclo de aprendizaje incombustible. Como es lógico, los dispositivos como ordenadores o tablets son necesarios para poder acceder a los contenidos digitales, así como la conectividad, ya que el contenido educativo suele estar alojado en servidores de internet y todavía hay pocas plataformas con las que se puede trabajar fuera de línea.

Cuando hablamos de Punto Neutro nos referimos a un sistema de información que integra un catálogo de recursos digitales educativos, una plataforma donde es posible adquirir los recursos digitales designados por cada centro, así como otros para ampliar la formación académica.

¿Y los beneficios? Los centros educativos pueden consultar la oferta de los proveedores y acceder a los materiales que consideren, haciendo posible la personalización de contenidos para cada alumno. En este aspecto, aparte de integrar el uso de las nuevas tecnologías en clase, favorece el cambio pedagógico y facilita la integración en el aula.

Para editores y creadores de contenido, es un escaparate perfecto y asequible para dar a conocer su producto. Para los alumnos, se traduce en una forma rápida de acceder a cualquier contenido y la posibilidad de trabajar en cualquier parte. Y para las familias supone un ahorro considerable en recursos educativos.


La inversión inicial para implementar un modelo educativo de este calibre puede ser alta, quizá demasiado alta para ciertos centros o familias pero, ¿no creen que merecería la pena? ¿Cuánto vale mejorar la educación y en qué momento decidimos no prestar atención a uno de los pilares básicos de nuestra sociedad? Poco a poco lo estamos consiguiendo, se intenta construir un futuro mejor para la educación aunque, en ocasiones, nos quedemos cortos a la hora ponerlo en práctica.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Aplicaciones para volver al cole




Después de unas largas vacaciones ha llegado el momento de volver a la rutina y empezar un nuevo curso escolar. Sí, es posible que a algunos les cueste más que a otros, pero sin duda es un momento para afrontar con ilusión tanto para alumnos como para profesores. Es indudable que estos últimos tratarán de dar lo mejor de sí mismos en la educación de las grandes mentes del mañana, así que en el artículo de hoy queremos echarles una mano y hablarles de las mejores apps que pueden utilizar para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y no morir en el intento.

En primer lugar, y por si hay alguien que lo desconozca, la Real Academia Española tiene a disposición de cualquier usuario que necesite consultar cualquier duda sobre una palabra, el diccionario oficial de esta institución. Su uso es fácil, rápido e intuitivo, y está disponible para iOS y Android de forma totalmente gratuita. Permite una amplia gama de posibilidades de consulta: por lemas y formas; sin acentos, diéresis ni mayúsculas; aproximada, escalonada o incluso combinando las anteriores.

Yasp! Class Schedule, disponible para Android, se constituye como el aliado perfecto en la organización de clases y horarios. La aplicación permite al usuario ver todos los horarios, asignaturas y trabajos, organizados por colores y con la posibilidad de añadir todo tipo de información como nombres de profesores, aulas, fechas de entrega, etc. Una buena organización es clave para empezar con el nuevo curso con buen pie.

¿Tus alumnos tienen problemas con las matemáticas? Una buena forma de hacer más atractiva la asignatura es través de Mathway, una aplicación interesantísima para iOS y Android que da solución instantánea a miles de problemas matemáticos de todo tipo; desde álgebra, pasando por cálculo y estadística, hasta trigonometría. Su uso es sencillísimo, lo único que tenemos que hacer es introducir los parámetros del enunciado y la app mostrará todo el proceso de resolución. Se puede practicar con ejemplos y aprovechar la visualidad de la herramienta para despertar el interés de los alumnos.

¿Recordáis los Cuadernos Rubio? Resulta que han dado el salto a la nueva generación y se puede acceder a ellos mediante la nueva app para iOS y Android. Han dejado de ser simples cuadernillos para convertirse en una herramienta eficaz y divertida para los más pequeños con la que podrán realizar un  sinfín de actividades interactivas. Posee un corrector de errores y un tutor virtual para que, además de divertirse, puedan aprender.

Todos sabemos la carga de deberes que los alumnos tienen en cada asignatura y lo difícil que es recordar cada obligación en algunas ocasiones. Evernote llega para solucionar ese problema permitiendo anotar cada tarea y poder acceder a ella desde cualquier dispositivo móvil o PC.

Y si los idiomas son el problema, Babbel se convertirá en la app preferida de los más pequeños. Haciendo hincapié en la pronunciación, uno de los grandes problemas en nuestro país, permite un aprendizaje sencillo gracias al reconocimiento de voz en varios idiomas: inglés, francés alemán, e incluso lenguas menos comunes.

Es un buen momento para incorporar las nuevas tecnologías en el aprendizaje dentro del aula. No debemos considerarlas distracciones o relegarlas a un segundo plano en favor de la educación tradicional, debemos aprovechar su potencial y asumir que, como todo en la vida, la educación evoluciona con paso de gigante.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Nuevo curso: a los padres



De nuevo ante un viejo reto: se abre un nuevo curso académico, han acabado las vacaciones y todos nos forjamos propósitos, metas, tampoco tan nuevos; me refiero a la Comunidad Educativa en general, pero acotaré el espectro: abordemos ahora el tema desde la familia. Como núcleo básico en la educación integral de sus hijos, debe involucrarse especialmente en ella y no mirar de reojo. Ya he insistido en otras ocasiones en la dificultad de conciliar vida laboral y relación padres/hijos, del maldito factor “tiempo” y de la importancia de la calidad del mismo frente a la cantidad. Son hechos evidentes, pero en ningún caso justifican determinadas actitudes o dejadeces y tampoco permisividades hacia los hijos, justificándonos a nosotros mismos (más que a ellos) con un “pobrecito, si es que casi no lo veo”. También debemos dejar de una vez de “comprarlos” a base de caprichos innecesarios: con ello, no sólo no los educamos correctamente sino que estamos consiguiendo el efecto contrario (quizá algún día nos digan que necesitaban más atención y menos dispendio). Porque no debemos olvidar que entre los factores que determinan el no éxito escolar están la carencia de valores como el esfuerzo, el sacrificio, la responsabilidad, la implicación, el compromiso… ausentes en muchos de nuestros hijos en edad escolar. La sociedad premia aparentemente conductas oportunistas y salidas fáciles que son modelos demoledores para nuestros jóvenes: contribuyamos a conjurar estos peligros. 

Han sido muchos los padres que, al finalizar el Colegio de Verano que organiza nuestra Fundación, nos han solicitado pautas para continuar durante el curso las hábitos y técnicas de trabajo adquiridos en verano y nuestra respuesta ha girado sobre unas premisas básicas. En primer lugar, debemos tener en cuenta que los resultados escolares no dependen exclusivamente de las capacidades, sino más bien de los hábitos de estudio, del trabajo constante y ordenado, de la recuperación de la autoestima, de la adquisición de los conocimientos necesarios que posibiliten dar un paso más en el mundo del conocimiento. Por ello, quizá un buen principio pudiera ser elaborar conjuntamente un horario con nuestros hijos en el que queden debidamente delimitadas las horas académicas (incluidas tareas en las que también los padres deberán dedicar su tiempo, el que puedan, pero un tiempo) al igual que existe un horario laboral y las horas de ocio (planificando y delimitando ese ocio: utilización de ordenadores y juegos, televisión; salidas con los amigos…) ; deberemos buscar espacios para hablar con ellos (asumiendo cada parte su rol: no es necesario ser “amigos”, pero sí tener confianza y respeto mutuos): la lucha constante conduce a poco; fomentar la autoestima, huyendo del derrotismo ; valorar, motivar e incentivar los resultados, siempre que sean producto del esfuerzo y la responsabilidad ; asistir a las reuniones con profesores y tutores: estar en contacto con el colegio e instituto, evitando siempre el enfrentamiento con los educadores y en ningún caso desautorizarlos ante nuestros hijos ( todos estamos en el mismo barco); fomentar la lectura y la práctica del deporte…

Hay otro aspecto no menos importante sobre el que me parece imprescindible incidir y al que no prestamos excesiva atención: el de las actitudes y hábitos de comportamiento, métodos de organización: porque todos estamos de acuerdo en que el desorden genera más desorden, mayor negligencia, menor colaboración, menor compromiso, menor responsabilidad. Me refiero a la implicación de nuestros hijos en la vida diaria del hogar y en sus normas: respetar los espacios comunes de la casa, organizar sus estancias (habitación, lugar de estudio…), ordenar su material escolar; ajustarse a los horarios que se establecen… parecen temas menores que en ningún caso lo son. Difícilmente conseguiremos que alguien se responsabilice en su tarea si no parte del respeto a las normas que rigen la convivencia: tanto familiar, como escolar o social. ¿Cómo voy a conseguir que alguien sea competente en lo que hace si no es capaz de respetar a quienes integran los colectivos en los que se mueve, si no es capaz de distinguir los roles de los demás? 

Creo que es momento de tomarnos esto muy en serio desde el ámbito fundamental que nos toca, porque aquí nos jugamos mucho. 

¡Actuemos!

miércoles, 26 de agosto de 2015

La búsqueda de empleo



Después de pasar unos cuantos años de dificultades en el terreno laboral (y en otros muchos ámbitos), ha llegado el momento de buscar el empleo que queremos y dedicarnos en cuerpo y alma a lograr nuestros objetivos. Encontrar trabajo sigue siendo algo difícil en este país, pero no por eso debemos tirar la toalla y abandonarnos a un estado de apatía absoluta. Hoy queremos ayudar a esas personas que buscan una oportunidad de demostrar su valía, que pueden convertirse en algo más que un engranaje de la gran maquinaria de una empresa y que pueden dar lo mejor de sí mismos.


Lo primero de todo es acotar la búsqueda y orientarla hacia nuestras mejores capacidades. Diversificar esta tarea es como recorrer un laberinto con una venda en los ojos. Tenemos que saber hacia dónde nos dirigimos, echar un vistazo dentro de nosotros mismos y delimitar nuestro perfil profesional. Podemos hacernos preguntas como: ¿cuál es mi formación? ¿Qué experiencia tengo? ¿Qué puedo aportar? ¿Dónde quiero trabajar? Poner por escrito este tipo de cuestiones nos ayudará configurar un buen punto de partida y tener una visión más clara del momento en el que nos encontramos.

No olvidemos la actitud, el verdadero motor de la búsqueda de empleo. Tan importante como prepararse para buscar trabajo es querer hacerlo y un buen estado de ánimo influye directamente en la visión positiva de la tarea; está claro que tendremos altibajos y momentos de debilidad, pero esforzarse y perseverar augura buenos resultados. También tendremos que tener paciencia, es muy probable que tengamos que pasar por varios procesos de selección antes de lograr un puesto de trabajo y no por eso somos peores candidatos. Mantenerse activo, ser tenaz y tener constancia hará que nuestra oportunidad se presente tarde o temprano.

La victoria siempre sonríe a la persona que mejor preparada esté, eso es un hecho. La sensación que otorga el control de una situación no pasa inadvertida para la persona que nos vaya entrevistar en un futuro y además es un aspecto que resulta muy atractivo para las empresas. Conocer tu CV al milímetro, contar con una carta de presentación específica para cada candidatura que denote una buena predisposición y estilo propio, o conocer toda la información posible de la empresa por la que vayamos a ser entrevistados, son factores que marcan la diferencia.

En cuanto a la búsqueda, puede que nos sintamos abrumados por la cantidad de bolsas de empleo y buscadores que existen en la actualidad, pero tan solo consiste en desarrollar una buena estrategia y organizarse como es debido. Hay que diversificar nuestro esfuerzo y aprovechar las ventajas que nos da cada portal, red social o bolsa de empleo. Tómalo como una rutina y entra cada mañana en las páginas web de trabajo, haz una lista de las empresas en las que podrías o querrías trabajar y desarrolla un plan para cada una. No olvides que cada empresa es diferente y puede valorar unas aptitudes u otras, depende de su política o del perfil requerido. No olvidemos el Networking, alguno de nuestros contactos podría darnos una oportunidad de incorporarnos al mercado laboral. Aprovecha todos los recursos que tengas a tu alcance.

Todo lo dicho anteriormente no sería nada sin un buen currículum que presentar. Si te falta experiencia o conocimientos puede ser un buen momento para plantearte si necesitas formación adicional o potenciar alguna de las habilidades que ya poseas. El estilo del CV también cuenta muchísimo, ten en cuenta que tu hoja de trabajo se encuentra entre las de cientos de personas que optan al mismo puesto que tú. Crea un currículum personal, atractivo y que sea claro para el lector; puedes acceder a un millar de plantillas y mecanismos en internet para ayudarte a hacer un CV que sea difícil de olvidar.

Llegado el momento de la entrevista de trabajo es importante cuidar aspectos como la imagen y el lenguaje no verbal, no creo que la primera impresión sea la que vale como reza el dicho, pero sin duda ayuda bastante. Debes estar preparado para cualquier tipo de pregunta y relajarte, desmitificar lo que son las entrevistas e intentar crear un ambiente relajado en el que te sientas cómodo.


Aparta cualquier pensamiento negativo de tu mente y convierte tus debilidades en fortalezas. Seguro que así tendrás éxito no sólo en el mundo laboral, sino en cualquier ámbito de tu vida.

miércoles, 19 de agosto de 2015

El estado de ánimo



El tema de la entrada de hoy tiene mucho y poco que ver con la educación. Puede que sea uno de los aspectos más importantes que giran alrededor de nuestra vida y al que prestamos la atención que merece en muy raras ocasiones. Pensamos que algo tan sencillo y tan mecánico en nuestras acciones no merece un momento de atención plena. Hablamos del estado de ánimo, el mecanismo que gobierna el éxito y el fracaso de cualquier acontecimiento de nuestro día a día.

Tan cierto como que el sol sale cada mañana es que hay días en los que nos levantamos con ganas de comernos el mundo, con una energía capaz de hacer frente a cualquier obstáculo y con una inmunidad total ante cualquier adversidad que se nos ponga por delante. Ojalá pudiéramos tener esa actitud todos los días, pero todos sabemos que también hay días en los que sólo queremos acurrucarnos en un rincón oscuro para aislarnos del resto del mundo, en los que todo nos sale mal y en los que parece que, como se suele decir popularmente, nos ha mirado un tuerto.

La felicidad no es un objetivo, es una forma de vida, y depende exclusivamente de nosotros mismos. La piedra angular para lograr absolutamente todo lo que te propones está dentro ti mismo y para ello es fundamental el humor, una buena actitud y la dosis suficiente de energía. Puede dar la impresión de que es más fácil decirlo que hacerlo, que hay momentos en la vida que se comen cualquier atisbo de esperanza y que la salida se encuentra  años luz de nuestro alcance. Por eso queremos dar una serie de pautas en este artículo para que puedas conseguir tus objetivos y comprender que un buen estado de ánimo no es una meta a largo plazo, es algo que mereces regalarte a ti mismo.

Lo primero y más importante: muévete. El cuerpo necesita actividad para ir desarrollando poco a poco la energía que necesita. No podemos quedarnos sentados, sube por las escaleras en vez coger el ascensor, da pequeños paseos, mantén una actitud dinámica en cualquier actividad y comprobarás como cada día va aumentando el vigor.

Algo que también es fundamental a la hora de mantener una buena actitud es relacionarse. Queda con tu mejor amigo y habla con él, estrecha los vínculos con tu círculo de amistades, retoma el contacto con aquella persona que era importante en tu vida y con la que ya no mantienes ninguna relación. Ha quedado demostrado que fortalecer sentimientos positivos como el de la amistad es una de las claves para lograr el camino del bienestar y la felicidad.

Líbrate de las tareas pesadas que minan tu estado de ánimo. Todos tenemos cosas que hacer que nos desagradan pero que vamos postergando poco a poco. Este tipo de actividades sin realizar van haciendo mella en tu estado de ánimo, van provocando ansiedad e impiden que alcances el objetivo de ser todo lo feliz que querrías. Haz esa tarea que crees tan tediosa y observarás como te invade la euforia.

Aprovecha el tiempo y ordena el exterior para ordenar tu interior. Organízate y comprobarás como todo fluye a tu alrededor. Prioriza tus tareas y acomételas con decisión, mantén el orden en tu espacio de trabajo y en tu propio hogar. Esa armonía material se trasladará directamente a tu estado de ánimo.
Dedícate a lograr tu sueño cada día y aprende algo nuevo. Seguro que hay algo que ansías por encima de cualquier cosa. Puede que creas que no sirve de mucho, pero dedica 15 minutos al día (o el que creas conveniente sin obsesionarte) a ese tema que tanto te gusta y preocúpate por estar cada día más cerca de aquello que quieras alcanzar.

Recuerda siempre que somos nosotros los que tenemos que lograr nuestra propia felicidad, que nadie va a venir a servírnosla en bandeja de plata. Nuestro estado de ánimo va a influir en todos los aspectos de nuestra vida, nos guste o no. Así que se feliz, te lo mereces.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Herramientas TIC para el aula



Hoy hablaremos de la utilidad de las herramientas TIC en el ámbito educativo y el nuevo enfoque didáctico que puede suponer tanto para alumnos como para docentes. Para los que no lo sepan, TIC son las siglas de ‘Tecnología de la Información y la Comunicación’, algo que ya forma parte de nuestras vidas y del desarrollo de nuestras actividades, aunque no queramos.

En el artículo de hoy intentaremos sacar el mayor partido posible de los avances tecnológicos y detallaremos un listado de los mecanismos más eficaces para emprender el trabajo colaborativo, pues de eso trata, de intercambiar ideas, de aportar y formar un aprendizaje global. No todas las herramientas son iguales, cada una se enfoca hacia una utilidad distinta en virtud de las necesidades que pueden surgir en cada entorno docente.

Los integrantes de un grupo de trabajo deben compartir y comunicarse para crecer. Podremos crear blogs, un diario perfecto para registrar cada paso en el camino; una wiki donde poder organizar el trabajo de manera clara, sencilla y accesible; o chats para comunicarse de forma rápida desde cualquier lugar. Existe un sinfín de nuevas metodologías para aplicar.

En primer lugar hablaremos de los entornos de trabajo, aquellas herramientas que nos permiten desarrollar una plataforma desde la que se puede crear grupos de trabajo, mini webs, almacenaje de documentos, chats, videoconferencias, establecer calendarios de acción e incluso herramientas de ofimática en línea. Podemos contar con varias como Google Apps for Education, Edmodo (que funciona más como una red social educativa), Zoho, o Office365.

Después disponemos de mecanismos que son específicos para la colaboración, la comunicación y el debate. Para la creación de blogs  podemos acceder a Blogger o Wordpress, las más versátiles en cuanto a prestaciones. También tenemos Tumblr, que se centra más en la imagen, aunque también se puede incluir texto, vídeo y audio. Las wikis, con el objetivo de incorporar una gran cantidad de información para que pueda ser editada por los participantes, se pueden crear desde Wikia o Wikispaces.

Si queremos hacer uso de un chat en el que se puedan establecer calendarios, mandar clips de audio, adjuntar archivos y crear videoconferencias, Remind o Hangouts es lo que necesitáis. También hay herramientas para tareas más específicas como Padlet, que se centra en la creación de murales virtuales en el que todos los integrantes pueden elaborar contenido multimedia y compartirlo; Stormboard es muy útil para una lluvias de ideas online y comentar impresiones en un tablero virtual.
Para compartir archivos que pesen demasiado podemos hacer uso de Dropbox, que permite almacenar todo tipo de archivos, crear carpetas compartidas para los usuarios y  acceder a ellos desde cualquier dispositivo. Y si lo que queremos es enviar archivos de gran tamaño por correo electrónico y no almacenarlos, WeTransfer se presta a mandarlos.

Pero si lo que necesitamos es organizar el trabajo en el aula, Google Calendar puede establecer fechas, citas, eventos y alarmas. Y si queremos algo más dinámico y visual, Symphonical es un calendario virtual a modo de pizarra en el que se pueden crear notas multimedia, establecer grupos colaborativos y enlazar con Hangouts para videoconferencias o conversaciones.


Estas son sólo algunas de las alternativas a la metodología tradicional que podemos poner en práctica el curso que viene y que pueden suponer un cambio que se traduzca en la mejor aceptación de los contenidos didácticos por parte de los alumnos. ¡El futuro ha llegado!

miércoles, 29 de julio de 2015

Preguntas clave en los procesos de acceso a la universidad



Pasada la Selectividad, las notas de corte han comenzados a salir a luz y los alumnos se enfrentan a la incógnita de no saber si su nota será suficiente para optar por los estudios que prefieren o el centro en el que pasarán los próximo años. Comienzan de nuevo los nervios, las admisiones y las matriculaciones, acompañadas de dudas muy frecuentes que intentaremos resolver en este artículo.

En primer lugar, ¿dónde puedo consultar si he sido admitido en la carrera elegida? Muy sencillo, en las páginas web de la mayoría de universidades poseen diferentes herramientas para consultar si un alumno ha sido admitido, además de la publicación de listas con las notas de corte necesarias para acceder a un determinado curso. También existen líneas telefónicas habilitadas para este fin. No será extraño que en algunos momentos del día estos mecanismos se encuentren saturados o fuera de servicio, ya que el tráfico en estas páginas suele ser bastante notable en estas fechas. Existen otras formas no oficiales de averiguar esta información, cómo otros dominios o aplicaciones para móvil, pero recomendamos encarecidamente ceñirse a los canales oficiales habilitados para ese menester.

Otra pregunta que asalta a los estudiantes con frecuencias es qué hacer si no ha sido admitido. Bien, si no hemos sido admitidos y superamos la nota de corte, probablemente haya habido un error administrativo y haya que reclamar al organismo correspondiente mediante los procedimientos pertinentes. Si no se ha superado la nota corte, existen listas de espera en la que hay una posibilidad de acceder a la plaza que deseamos en el caso de que quedara alguna libre. No todas las universidades poseen lista de espera, así que intentad averiguarlo si estáis contando con esa posibilidad.

No nos olvidemos que el paso más sensato es matricularnos en la carrera que se nos haya adjudicado para no perder la posibilidad de cursar estudios ese año. Siempre podremos cambiar de carrera en un futuro y convalidar ciertas asignaturas si procede, ¿quién sabe? Incluso puede que encontremos nuestra vocación en un lugar en el que no esperábamos.

Una de las inquietudes más generalizadas es la incertidumbre de saber si tengo reservada la plaza en el caso de que haya sido admitido. Podéis estar tranquilos, la plaza se reserva hasta el final del plazo de matriculación. Eso sí, si pasado ese tiempo no nos hemos matriculado, perderemos la plaza y será otorgada a una persona en lista de espera, así que no os durmáis. Y si os estáis preguntando si se reservan plazas para septiembre, olvidaos del tema. Sólo se ofertan plazas que hayan quedado vacantes en julio.

En cuanto a la gestión de las admisiones, tenéis que saber que las universidades públicas son gestionan por la ley y los alumnos con mayor puntuación son los que tienen prioridad en el acceso a una carrera determinada. En las universidades privadas funciona de forma distinta, pues son ellos los que gestionan sus procesos de admisión y pueden variar, por lo que conviene informarse de la normativa de cada centro.


Desde aquí, el único consejo que os podemos dar es que penséis muy bien la decisión que vais a tomar. Que os preguntéis qué es a lo que realmente os queréis dedicar, os cuestionéis las salidas laborales que tiene dicha elección, que no perdáis de vista el punto de vista económico y sobre todo, que os marquéis un objetivo que os permita ser felices. Como dijo Mahatman Ghandi: “La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo”. 

miércoles, 15 de julio de 2015

Innovación educativa



Muchas veces hablamos de innovación en el ámbito educativo pero no hacemos hincapié en lo que eso significa, en las dinámicas de un paradigma cada vez más necesario y que no llegamos a implementar completamente. Quizá sea por falta de práctica, por miedo al atrevimiento o simple y llanamente por no saber cómo, pero es algo necesario como en cualquier otro sector que implique la regeneración del tejido social.

Hoy queremos proponer varios puntos para una educación creativa, que sea de ayuda en un panorama sujeto al cambio constante y se adapte a la evolución de las nuevas tecnologías.  Es necesario asentar las bases  y creencias de un modelo de enseñanza acorde a los tiempos que vivimos.

Empecemos por tirar abajo ese hermetismo imperante en muchos centros educativos, dirijamos nuestra mirada al mundo y aprovechemos los recursos que hay disponibles en el exterior. Es necesario mimetizarse con los contextos reales que tienen lugar a nuestro alrededor, hay que aprender de lo que vemos, vivimos y experimentamos, y a veces puede resultar complicado si lo hacemos encerrados en un aula. Si lo hacemos, tengamos muy en cuenta el factor de la interconectividad con el que podemos establecer un proceso educativo que esté en constante retroalimentación.

Para ello debemos aportar las herramientas necesarias para garantizar una red global que permita, tanto a alumnos como a docentes, la posibilidad de cooperar para compartir contenidos e información a cualquier hora y desde cualquier lugar. No nos olvidemos que los avances tecnológicos están ahí y hay que aprovecharlos  para sacar partido de los enormes beneficios que nos brindan. Hablamos de recursos educativos como Edmodo o redAlumnos, que permiten conectar a los integrantes de un curso, compartir información, realizar seguimientos, crear foros  o aportar datos, de una forma que no se podría hacer en una clase convencional. Esto conlleva la creación de un nodo organizado, una comunidad que implique también a las familias en una enseñanza de calidad que esté volcada en dar un paso más hacia nuevas competencias, valores y hábitos.

Hay veces que tampoco nos fijamos en las posibilidades de la evaluación como herramienta de innovación educativa y la relegamos a un segundo plano como mero instrumento de calificación pero, ¿y si la implementáramos como un mecanismo de doble filo? Podemos sacar mucho partido de ella averiguando qué es lo que sabe el alumno y cómo se puede sacar el máximo rendimiento de esos conocimientos para redirigirlos y enfocarlos en la dirección correcta. Muchas veces hemos hablado de la ardua tarea de hacer ejercicio de autocrítica para evaluar las metodologías que utilizamos y sacar partido de las carencias que, al fin y al cabo, perjudican de modo incuantificable a los alumnos. Pues bien, hagamos uso de una buena autoevalución y comprobemos el cambio hacia una enseñanza diferente, demos el paso hacia la posibilidad de crecer y no quedar obsoletos.

Todas estas nuevas metodologías no son nada sin una buena organización y sin unos objetivos claramente delimitados, debemos saber hacia dónde queremos ir. No es que los métodos de enseñanza del pasado sean contraproducentes, tan solo hay que saber cuándo dar el paso hacia la nueva generación. Tengamos muy presente que el error deja una enseñanza, toda enseñanza deja experiencia y toda experiencia deja una huella.