En ningún momento se ha cuestionado que la cultura educativa
debe evolucionar y adaptarse a los objetivos, metodologías y características
que implican los nuevos modelos de enseñanza digitales. Se nos llena la boca
cuando empezamos a hablar de incorporar las nuevas tecnologías dentro del aula,
pero pocas veces se concreta en los planes de actuación y sólo resaltamos los
beneficios, sus consecuencias y las posibilidades que esto conlleva. Esta vez
nos vamos a meter en harina para hablar de Punto Neutro, proyecto que tiene por
objetivo abaratar el coste del material escolar con la creación de una
plataforma de recursos educativos digitales. Esta iniciativa no sólo lleva
implícita un ahorro del 70% permitiendo así el acceso a las familias más
necesitadas a unas condiciones de igualdad, también establece un punto de
encuentro entre alumnos, docentes, centros escolares, proveedores y administraciones.
Resulta esencial conocer algunos conceptos básicos que
caracterizan este nuevo tipo de educación y los elementos que son necesarios
para su puesta en marcha, antes de hablar de Punto Neutro. Los contenidos
digitalizados, suministrados por editoriales, o los conocidos como Recursos
Educativos en Abierto, distribuidos de forma libre y gratuita, suponen la piedra
angular del proyecto. Hay que reconocer que la utilización de los libros de
texto está en decadencia, que su coste es tremendamente elevado y en ciertas
materias quedan desactualizados rápidamente. En este ámbito, resulta inviable
que los modelos tradicionales pretendan competir con la versatilidad de las
plataformas digitales, con su actualización inmediata y el modo de presentación
de los contenidos. Por otro lado, es esencial un entorno virtual de aprendizaje
(EVA) en el que alumnos y profesores puedan tener acceso a los contenidos,
tengan la posibilidad de trabajar con él y pueda modificarse a placer; resta
decir que la accesibilidad y la interactividad de los EVA establecen un ciclo
de aprendizaje incombustible. Como es lógico, los dispositivos como ordenadores
o tablets son necesarios para poder acceder a los contenidos digitales, así como
la conectividad, ya que el contenido educativo suele estar alojado en
servidores de internet y todavía hay pocas plataformas con las que se puede
trabajar fuera de línea.
Cuando hablamos de Punto Neutro nos referimos a un sistema
de información que integra un catálogo de recursos digitales educativos, una plataforma donde es posible adquirir los recursos
digitales designados por cada centro, así como otros para ampliar la formación
académica.
¿Y los beneficios? Los
centros educativos pueden consultar la oferta de los proveedores y acceder a
los materiales que consideren, haciendo posible la personalización de
contenidos para cada alumno. En este aspecto, aparte de integrar el uso de las
nuevas tecnologías en clase, favorece el cambio pedagógico y facilita la
integración en el aula.
Para editores y creadores de
contenido, es un escaparate perfecto y asequible para dar a conocer su producto.
Para los alumnos, se traduce en una forma rápida de acceder a cualquier
contenido y la posibilidad de trabajar en cualquier parte. Y para las familias
supone un ahorro considerable en recursos educativos.
La inversión inicial para
implementar un modelo educativo de este calibre puede ser alta, quizá demasiado
alta para ciertos centros o familias pero, ¿no creen que merecería la pena?
¿Cuánto vale mejorar la educación y en qué momento decidimos no prestar
atención a uno de los pilares básicos de nuestra sociedad? Poco a poco lo
estamos consiguiendo, se intenta construir un futuro mejor para la educación
aunque, en ocasiones, nos quedemos cortos a la hora ponerlo en práctica.
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