Twitter

miércoles, 19 de agosto de 2015

El estado de ánimo



El tema de la entrada de hoy tiene mucho y poco que ver con la educación. Puede que sea uno de los aspectos más importantes que giran alrededor de nuestra vida y al que prestamos la atención que merece en muy raras ocasiones. Pensamos que algo tan sencillo y tan mecánico en nuestras acciones no merece un momento de atención plena. Hablamos del estado de ánimo, el mecanismo que gobierna el éxito y el fracaso de cualquier acontecimiento de nuestro día a día.

Tan cierto como que el sol sale cada mañana es que hay días en los que nos levantamos con ganas de comernos el mundo, con una energía capaz de hacer frente a cualquier obstáculo y con una inmunidad total ante cualquier adversidad que se nos ponga por delante. Ojalá pudiéramos tener esa actitud todos los días, pero todos sabemos que también hay días en los que sólo queremos acurrucarnos en un rincón oscuro para aislarnos del resto del mundo, en los que todo nos sale mal y en los que parece que, como se suele decir popularmente, nos ha mirado un tuerto.

La felicidad no es un objetivo, es una forma de vida, y depende exclusivamente de nosotros mismos. La piedra angular para lograr absolutamente todo lo que te propones está dentro ti mismo y para ello es fundamental el humor, una buena actitud y la dosis suficiente de energía. Puede dar la impresión de que es más fácil decirlo que hacerlo, que hay momentos en la vida que se comen cualquier atisbo de esperanza y que la salida se encuentra  años luz de nuestro alcance. Por eso queremos dar una serie de pautas en este artículo para que puedas conseguir tus objetivos y comprender que un buen estado de ánimo no es una meta a largo plazo, es algo que mereces regalarte a ti mismo.

Lo primero y más importante: muévete. El cuerpo necesita actividad para ir desarrollando poco a poco la energía que necesita. No podemos quedarnos sentados, sube por las escaleras en vez coger el ascensor, da pequeños paseos, mantén una actitud dinámica en cualquier actividad y comprobarás como cada día va aumentando el vigor.

Algo que también es fundamental a la hora de mantener una buena actitud es relacionarse. Queda con tu mejor amigo y habla con él, estrecha los vínculos con tu círculo de amistades, retoma el contacto con aquella persona que era importante en tu vida y con la que ya no mantienes ninguna relación. Ha quedado demostrado que fortalecer sentimientos positivos como el de la amistad es una de las claves para lograr el camino del bienestar y la felicidad.

Líbrate de las tareas pesadas que minan tu estado de ánimo. Todos tenemos cosas que hacer que nos desagradan pero que vamos postergando poco a poco. Este tipo de actividades sin realizar van haciendo mella en tu estado de ánimo, van provocando ansiedad e impiden que alcances el objetivo de ser todo lo feliz que querrías. Haz esa tarea que crees tan tediosa y observarás como te invade la euforia.

Aprovecha el tiempo y ordena el exterior para ordenar tu interior. Organízate y comprobarás como todo fluye a tu alrededor. Prioriza tus tareas y acomételas con decisión, mantén el orden en tu espacio de trabajo y en tu propio hogar. Esa armonía material se trasladará directamente a tu estado de ánimo.
Dedícate a lograr tu sueño cada día y aprende algo nuevo. Seguro que hay algo que ansías por encima de cualquier cosa. Puede que creas que no sirve de mucho, pero dedica 15 minutos al día (o el que creas conveniente sin obsesionarte) a ese tema que tanto te gusta y preocúpate por estar cada día más cerca de aquello que quieras alcanzar.

Recuerda siempre que somos nosotros los que tenemos que lograr nuestra propia felicidad, que nadie va a venir a servírnosla en bandeja de plata. Nuestro estado de ánimo va a influir en todos los aspectos de nuestra vida, nos guste o no. Así que se feliz, te lo mereces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario