En muchas ocasiones hablamos sobre técnicas de estudio,
sobre la necesidad de ser constante en
el día a día o de prestar atención en clase;
pero en este sentido podemos decir que, en muchas ocasiones, el ambiente
de estudio es una de las grandes olvidadas. Y lo cierto es que de ella
dependen, en buena parte, los buenos rendimientos académicos.
Dada su importancia, hoy me gustaría esbozar a grandes rasgos
unos consejos muy útiles a la hora de conseguir un ambiente de estudio
adecuado. En primer lugar, en lo que se refiere al espacio, buscaremos aquel
que sea silencioso y privado, y en el que no existan elementos que distraigan
nuestra atención.
Por otro lado, la mesa deberá ser espaciosa y estar
despejada, únicamente con el material necesario para ese momento. En lo que se
refiere a la silla, lo más recomendable es que tenga respaldo recto, que nos
permita apoyar los pies y llegar al tablero de la mesa.
Tampoco debemos olvidarnos de la luz. Lo ideal es que sea
solar, pero si no es posible conviene tener una lámpara de mesa de luz blanca o
azul. Además, el clima de la habitación tiene que hacernos sentir lo
suficientemente cómodos, lo recomendable es que la temperatura se sitúe entre
los 17 y 22º.
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