Según revelan diversos estudios,
el dolor de espalda crece de manera alarmante en los pequeños. Y es que como
docente, puedo asegurar que es muy frecuente ver a los alumnos sentados sobre
su propia pierna, inclinados o medio
tirados en la silla, quedando ésta separada a medio metro de su mesa. Unas
posturas que a la larga pueden perjudicar la salud de los estudiantes, que
pasan muchas horas sentados en el aula. Por eso, como padres o educadores,
nuestra labor también pasa por educarles para que adopten buenos hábitos
posturales, ya sea en casa o en el colegio.
Sentarse cómodamente influirá
positivamente en el aprendizaje, en la atención, en su salud así como en el confort a la hora de
enfrentarse a sus tareas. Para ello, en primer lugar es esencial que cuenten
con la mesa y silla adecuada, de acuerdo a su estatura. Pero también es
imprescindible que se conciencien en la necesidad de adoptar posturas que no
dañen su espalda o columna. Lo más recomendable es que se sienten con la
espalda recta y perfectamente apoyada sobre el respaldo, los pies deben estar
apoyados totalmente en el suelo y evitar cruzar las piernas. En el momento de escribir, el brazo y la
muñeca deben apoyar sobre la mesa.
Además, la colocación de los
objetos en la mesa es otro factor importante. Si el niño es diestro, debe
situar el libro o cuaderno a su izquierda. Y por el contrario, si es zurdo, a
la derecha. Se recomienda que el papel sobre el que se escribe quede recto,
evitando posturas incómodas que perjudican principalmente al tronco y las
extremidades.
Inculca a tus hijos una cultura
postural y recuerda que todo lo que aprendan ahora les acompañará a lo largo de
su vida; y una mala postura del niño, a la larga, podría producir problemas de
espalda.
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