Es innegable que el mundo digital está presente en la vida
de los niños y que están cada vez más acostumbrados a manejar dispositivos de
todo tipo, incluso mejor que muchos adultos. Muchos padres asocian este paso
evolutivo como algo negativo, pero sin duda es todo lo contrario. La tecnología
puede ser un gran aliado si se aprende a utilizar con criterio y
responsabilidad, podemos sacar mucho partido de, por ejemplo las tablets o
redes sociales, si aprendemos a integrarlas en la educación y la distracción
constructiva.
Para empezar pongamos la vista en el futuro, las profesiones
del mañana estarán al servicio de la tecnología nos guste o no. La robótica, el
medio ambiente, o las energías alternativas y renovables quizá sean demasiado
predecibles, así que vamos a ir un paso más allá para darnos cuenta de la
importancia de inculcar el uso responsable de la tecnología a las próximas
generaciones.
Profesiones relacionadas con el ámbito virtual, como el
desarrollo de software, la seguridad de la creciente información, ingeniería
ambiental, realidad aumentada, la medicina prenatal o la farmacogenética, son
sólo algunos de los campos en los que los avances tecnológicos van implícitos.
Alguna de estas ocupaciones están todavía en pañales, e incluso hay muchas que
todavía no están inventadas y que beberán de las bases informáticas que
desarrollamos hoy en día.
Todo esto está muy bien, pero hay que saber encauzar a las
futuras mentes del mañana en el uso de cualquier dispositivo, ya sean ordenadores,
tablets o dispositivos móviles. Lo primero de todo es instalar una aplicación
de control parental, como Kids Place, que nos permita monitorizar la actividad
de nuestros hijos, el control de los hábitos de navegación es fundamental. Que
quede claro que estas aplicaciones no sustituyen al control de un adulto, la
observación y guía de los padres es importante.
El bloqueo de determinadas
aplicaciones, así como el envío de información personal al exterior también es
parte esencial para la seguridad de nuestros hijos. También se recomienda el
uso de navegadores infantiles si van a navegar por la red.
Hay que dejar de ver la red como un lugar lleno de peligros,
con el control adecuado se puede convertir en una herramienta educativa de
primer orden. Eduapps por ejemplo, aloja las principales aplicaciones
lúdico-educativas, clasificadas por niveles educativos y características, que
permiten trabajar con los niños en determinadas áreas a la vez que se
divierten. No nos olvidemos de controlar también el número de horas de las que
hacen uso de la tecnología, hay que limitarlas.
Las redes sociales también pueden ser un gran compañero en
el camino de la educación. Implican un alto grado de compromiso y aprendizaje
social, además de significar una oportunidad para evaluar conductas y fomentar
el dialogo. Por supuesto requiere un control exhaustivo por parte de los
padres, las redes sociales son potencialmente peligrosas si no se enseña a
utilizarlas.
La tecnología cala muy hondo en los más pequeños, es un
realidad. Cuanto antes interioricen el uso responsable de esta y se
familiaricen con lo que no hay que hacer, mejor. No debemos ver los ordenadores
o las tablets como una herramienta de distracción, sino como un socio que nos
ayudará en la educación de nuestros hijos si le dejamos.
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