La elección de una carrera universitaria supone un punto de
inflexión en la vida de cualquier estudiante. Cuando ya se ha tomado la
importante decisión de continuar por la senda del conocimiento, llega el
momento de determinar cuál será la dirección que marcará el rumbo de nuestros
esfuerzos y que conformará el resto de nuestra vida. Una decisión tan personal
no podemos tomarla por ti, pero lo que sí podemos hacer es darte una serie de
consejos que podrán ayudarte a elegir el camino apropiado.
En primer lugar deberías plantearte una serie de preguntas
básicas: ¿qué es lo que te gusta hacer? ¿Con qué tarea te sientes cómodo? ¿Qué
sabes hacer? Ten muy presente que hay que encontrar un equilibrio perfecto
entre la pasión por una actividad y el óptimo desempeño de esta. Puedes ser muy
bueno en determinadas materias, pero si no te gustan y no sientes verdadera
pasión por ellas, dedicar el resto de tu vida laboral enfocando tu actividad
hacia ese campo puede ser un error que lamentarás enormemente en el futuro.
Normalmente, el ser humano hace bien lo que le gusta, así que no será muy
difícil dirimir una respuesta clara sobre nuestros gustos laborales, aunque
siempre está bien partir desde este punto.
La oferta y la demanda de la profesión que vayas a estudiar
también es una parte fundamental de la elección. Pensar en la tarea que nos
gustaría desempeñar en los próximos años no sirve de nada si la salida laboral
o las oportunidades que se ofrecen son escasas o nulas. Si este es vuestro
caso, hay que pensar en algo que nos guste y nos permita sustentarnos en un
futuro próximo. Para las verdaderas pasiones siempre hay tiempo, podremos
dedicarle nuestros momentos de asueto e ir buscando poco a poco nuestro sitio a
la vez que nos formamos. Si hay algo que realmente sea el centro de vuestra
motivación, pero por desgracia no puedes ganarte la vida con ello, nunca tires
la toalla. Piensa en la posibilidad de que quizá no sea el momento adecuado
para dedicarte a dicha tarea, hay multitud de profesiones que esperan una
oportunidad para convertirse en una verdadera vocación.
El coste económico del desarrollo de una carrera
universitaria también es algo a tener muy en cuenta. Hay que valorar lo que nos
va a costar, si nuestra familia puede hacerse cargo de ello, hacer números si
vamos a realizar nuestros estudios en otra ciudad, o plantearse la posibilidad
de elegir una universidad pública o privada. Este tipo de cuestiones pueden
parecer secundarias en un primer momento, pero tienen un peso decisivo a la hora
de tomar una decisión, ya que no todas cuestan lo mismo.
Y por supuesto, ¡ojo con la nota de corte! Tendremos que
estar pendientes de ella durante nuestra estancia en el instituto e ir
calculando la media si tenemos alguna carrera determinada en nuestro punto de
mira. En el caso de que no nos llegara, es preciso buscar alternativas que nos
permitan acceder a lo que nosotros deseemos, como Grados Medios o Superiores,
aunque el camino para llegar sea más largo.