Una vez finalizado el curso
escolar y superada la prueba de Selectividad, la mayoría de los estudiantes se
enfrentan a un momento decisivo que marcará los próximos años de su vida. Ahora
les toca elegir el camino por el que desean continuar su formación y empezar
así a construirse su futuro profesional. Según los datos de un estudio
publicado recientemente, a estas alturas el 80% de los estudiantes de segundo
de Bachillerato no saben qué carrera hacer, y es que es un momento de cambio y,
como todo cambio, provoca cierto miedo y
suscita dudas. Está claro que no es una decisión fácil y en ningún caso debería
ser improvisada.
Si atraviesas este momento de
confusión y quieres aclarar tus ideas, en primer lugar coge papel y bolígrafo.
A continuación analiza tus aptitudes y
competencias, conoce tus puntos fuertes y débiles, piensa qué es lo que te
gustaría estudiar, qué te imaginas haciendo en un futuro y anota cada una de
tus preferencias. A partir de allí, infórmate sobre la oferta de estudios y, si
lo consideras oportuno, habla con profesores u orientadores.
Además de tus gustos e intereses,
existen otras cuestiones que pueden ser útiles a la hora de decantarte por una
u otra opción. Por ejemplo, la nota de corte, la distancia a la universidad
seleccionada, el coste económico de los estudios o las salidas profesionales.
Aunque se recomienda que la elección sea vocacional, en ocasiones, este aspecto
pasa a un segundo plano, y es relevado por las salidas profesionales y la
demanda del sector laboral.
Hasta el momento he hecho
referencia a los estudios universitarios, pero si una vez finalizado
Bachillerato deseas continuar estudiando, debes tener en cuenta que también
existe la opción de realizar un Grado Superior de Formación Profesional. La
duración de éstos es de dos o tres años académicos y una vez finalizados, puedes
incorporarte al mercado laboral, ampliar tu formación con una carrera
universitaria o especializarte dentro del sector con otros estudios de la misma
familia profesional.
Por el contrario, si no quieres
continuar estudiando y prefieres incorporarte al mundo laboral puedes trabajar
por cuenta ajena o propia. En el caso de inclinarte por esta segunda opción
deberás prepararte para ser tu propio jefe y ofrecer un buen producto/servicio
en un mercado especialmente competitivo
actualmente.
Decidas estudiar o incorporarte
al mundo laboral, no cabe duda de la importancia que tiene conocerse bien a sí
mismo para escoger el sector, y más concretamente el empleo, que mejor se
adapte a cada uno.
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