El miedo a hablar en
público es común en casi todas las personas, pero más aún cuando
hablamos de niños o adolescentes. No se necesita estar frente a un
público multitudinario, simplemente con hacer una pregunta en voz
alta o exponer un trabajo delante de nuestros compañeros nos puede
aflorar esa sensación. Se trata de un momento complicado al que, por
lo general, no estamos acostumbrados. En situaciones así, la
sensación de miedo es inevitable, pero podemos tratar de evitar que
nos domine. La clave es muy similar a cualquier otra habilidad del
ser humano: prepararnos, entrenar y ensayar.
Trabajar la comunicación
en público desde pequeños es muy importante, de esta forma
evitaremos esos temores básicos y ganaremos seguridad. Por eso es
muy recomendable fomentar la participación en las aulas, por
ejemplo, creando debate sobre tema en el que todos los alumnos
participen o animando a los chavales a que expongan sus trabajos a
los compañeros.
En casa también se puede
practicar, podemos ensayar delante de la familia, grabándonos en
video o mirándonos en el espejo. El objetivo no es aprenderse el
“discurso” de memoria, simplemente trataremos de mejorar en la
vocalización, la entonación, el vocabulario empleado o los gestos.
Quizá te puede ser de gran ayuda preparar un esquema o una serie de
fichas con conceptos claves, que te sirvan guión. Es muy aconsejable
también recabar suficiente información sobre el tema, las personas
que nos están escuchando podrían preguntarnos dudas o pedirnos que
les aclaremos algún punto en concreto.
Y llegado el momento de
la verdad, una vez que te encuentras frente a tu público es muy
recomendable mirar a la gente a la cara, busca caras que te resulten
amistosas, rostros interesados y atentos, y habla dirigiendo tu
mirada a ellos. Háblales sin miedo, como si fueran tus amigos, e
intenta utilizar un amplio abanico de palabras, evitando las
muletillas o repeticiones. Expresa las ideas de forma clara y con
seguridad; tú tienes el control sobre el tema, lo que puede
parecerte un gran error, puede ser indetectable por tu público.
Y dicho esto solo queda
practicar. Elige un tema que te guste y domines, y explícaselo a tus
amigos o familiares. Elimina aquellas barreras que puedan limitar tu
comunicación oral y/o tu miedo a hablar en público.
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