Aprovechando el tirón de las nuevas tecnologías que se van
poco a poco introduciendo en el aula, ¿por qué no utilizarlas para amenizar la
jornada a los alumnos? La comunidad educativa se va interesando cada vez más
por la gamificación en el aula, un gigante que avanza con paso lento pero
decidido. Es cierto que existe algo de controversia en este tipo de métodos y
todavía hay fervientes defensores de las formas de enseñanza más tradicional,
pero hay que reconocer que los tiempos cambian y la educación puede que sea una
de las cosas que más necesita estar en constante actualización. Hoy hablamos de
varias herramientas que podemos utilizar con total libertad para que los
alumnos se diviertan mientras aprenden.
Classcraft quizá sea lo más parecido a un videojuego actual.
El objetivo se centra principalmente en el desarrollo del aprendizaje
colaborativo, en aumentar los conocimientos de los alumnos y sobre todo en
incrementar la motivación a través de desafíos y recompensas reales. Este juego
crea un personaje para cada alumno (pueden ser magos, guerreros, etc) y estos
comienzan a desarrollarlos en un mundo ficticio en el que irán consiguiendo
recompensas gracias a las labores que marque el docente y a la actitud que se
tenga en clase. Una herramienta muy interesante a la que podéis acceder en el
siguiente enlace y que, sin duda, merece ser analizada para implementarla en el
aula.
Otra de las herramientas que nos permitirá utilizar
dinámicas de aprendizaje con las que los alumnos lo pasarán de maravilla es
Kahoot! Una aplicación con la que podremos crear concursos de preguntas y
respuestas de una forma fácil e intuitiva. Con ella, el profesor podrá crear sus
propios cuestionarios para adaptarlos al temario que necesite o incluso
utilizar los ya existentes. Una manera muy práctica de evaluar los
conocimientos de los alumnos. Puedes acceder a ella a través del siguiente
enlace.
ClassDojo es una plataforma con un alto componente de
gamificación que, aparte de motivar a los más pequeños con un montón de
actividades interactivas, tiene la opción de poder informar a los padres a la
vez que los profesores llevan el seguimiento de los alumnos. Con esta
herramienta se consigue un paso más para la conexión entre docentes y familias,
algo cada vez más importante para poder trabajar en el desarrollo del niño de
una forma personalizada.
De Edmodo hemos hablado alguna vez y se trata de lo más
parecido que existe a una red social para estudiantes. Le he incluido en este
artículo por las posibilidades que ofrece para trabajar en el aula y los
resultados que puede conseguir con los alumnos. Podremos plantear retos,
ejercicios y múltiples proyectos colaborativos con los que se asignarán
insignias como un componente añadido de motivación. Este tipo de herramientas
logran la creación de un nexo entre los alumnos que sería más difícil trabajar
por otras vías.
Por supuesto, es necesario identificar los entornos en los
que se va a sacar mayor rendimiento de estas herramientas y no supongan un
obstáculo. Recordemos que estos métodos tratan de amenizar las clases y no
convertirlas en un estado anárquico. También hay que tener en mente que, como
cualquier herramienta, esta no será bien utilizada sin la empuñan unas manos
que no sepan manejarla. Aprovechemos los avances que están a nuestro alcance, pero
no abusemos de ellos.
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